Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- El representante sindical del Hospital General de Tula, Francisco Guzmán Badillo, pidió a la secretaria de Salud (SSH), Zorayda Robles Barrera, ayuda para fortalecer los servicios de salud que se imparten en el nosocomio, puesto que es una vergüenza que no cuenten ni con jeringas.
Además, el defensor gremial abundó que en el dispensario tampoco cuentan con medicamentos para dotar a los enfermos, situación que provoca que todas las medicinas que se suministran en el sanatorio tengan que ser compradas de manera externa por los familiares de los pacientes.
También denunció que el personal con el que cuenta el Regional Tula – Tepeji es escaso, por ello, dijo, hace falta contratar a más profesionales para que se encarguen de la salud pública.
Reconoció que Robles Barrera viene de ser parte “de la tropa” que por años ha cuidado la salud de la población. Indicó que debe comprender mejor que nadie las necesidades de un hospital, cuyo servicio es deficiente por falta de apoyo.
Ante las solicitudes del cabecilla del sindicato, la secretaria dijo que el presente gobierno estatal se ha caracterizado por permitir que las personas se expresen libremente, y dijo que tienen la voluntad de ayudar a sacar adelante a todo el sistema de salud estatal, pero excusó que las necesidades tan grandes que hay en los hospitales de Hidalgo se deben a las malas administraciones del pasado.
En contestación a esto, Mario Guzmán mencionó que sabe que la presente gestión tiene intenciones, pero a veces, como en este caso, con voluntad y buenos deseos no se solucionan las cosas. Consideró en su lugar que lo necesario en este momento es de acciones inmediatas y concretas.
La postura de Guzmán Badillo sobreviene luego de que durante años familiares de pacientes del Hospital General de Tula se han quejado de la falta de medicamentos y doctores especialistas para atender los padecimientos de los enfermos.
El General de Tula presenta un déficit de personal al grado que, de acuerdo con Guzmán Badillo, hay cuatro pacientes o más por cada enfermera o médico; a pesar de ello, denunció, a últimas fechas ha habido una campaña de despidos en masa.
Durante la administración estatal pasada (2016 – 2022) se dejaron caducar cientos de medicamentos en las bodegas del hospital, mientras que a los familiares de los enfermos se les negaban.