Alberto Witvrun.-La estrategia diseñada desde Valle de Cáceres funcionó y Gerardo Sosa Castelán jefe del Clan Universitario logró apoderarse del 12 por ciento de las 70 consejerías políticas de
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) electas el sábado, paso importante para
lograr el control de este instituto político, porque se agrega a las diputaciones locales y el
control total sobre el Partido del Trabajo (PT).
Su sobrino Salvador Sosa Arroyo, el ex rector de la Universidad Autónoma del Estado de
Hidalgo (UAEH) Humberto Veras Godoy, la ex diputada federal Marivel Solís Barrera, su
constructor Raymundo Lazcano Mejía, Elizandra Hernández García, Doralicia Martínez
Bautista, Argelia Zarazúa Ramírez, la alcaldesa de Tepeapulco Marisol Ortega López y el ex
diputado local Rafael Garnica Alonso.
Son los nueve consejeros identificados, -sin descartar otros- con el jefe del clan que
enfrenta posible de sentencia de 45 años de prisión solicitada por la Fiscalía General de la
República (FGR) por defraudación fiscal y delincuencia organizada que buscarán
apoderarse de dirigencia de Morena e impulsar candidaturas a cargos de elección popular
que faciliten un acuerdo político para Sosa.
No hay otra cabila o clan que haya operado en forma corporativa, utilizó la estructura de
la UAEH para comprar y coaccionar el voto y no será fácil que los verdaderos morenistas
unan fuerzas para contener la búsqueda de control que pretende de Morena el Clan
Universitario que no obedece a otros intereses que no sean los de su jefe Gerardo.
La interrogante es si diputados y consejeros sosistas apoyarán sin chantaje el proyecto de
gobierno de Julio Menchaca Salazar, que tiene ventajas sobre los últimos gobernadores: el
bono democrático de ganar su elección con el doble de votos que el segundo lugar; el
apoyo del gobierno federal y su reconocida capacidad para cabildear, dialogar y
consensuar con todos los actores políticos para no ceder a presiones de ningún grupo.
