Arturo G. Alanis. Ixmiquilpan.- En completo hermetismo, por parte de las autoridades de la presidencia municipal, transcurrió la toma de ese edificio público, durante más de 14 horas, desde la tarde del jueves 23, hasta las primeras horas del viernes 24, lapso en el que permanecieron retenidos cerca de 150 servidores públicos.
Fuentes confiables señalaron que dentro de la también conocida como Casa Rosa se encontraba la alcaldesa, Araceli Beltrán Contreras, presionada por el síndico procurador hacendario, Álvaro López Hernández, que en el ejercicio de sus funciones le exigía la entrega de documentos relacionados con los haberes y deberes de la administración municipal.
Durante el ríspido encuentro entre la alcaldesa y el síndico hacendario, un grupo aproximado de 150 personas, incluidos algunos delegados comunitarios, mantuvieron bloqueado el acceso de la alcaldía, sin permitir la salida a la plantilla de personal, de las diferentes direcciones y secretarías locales que ahí operan.
En el exterior de la sede del ayuntamiento, otros de los manifestantes señalaron que Araceli Beltrán se negaba a pagar la renta de una treintena de autobuses, ocupados para acudir a la ciudad de Pachuca a fin de realizar algunas gestiones en materia de obra pública, en dependencias estatales y federales.
A pesar del ambiente de tensión y el malestar ciudadano, fuentes de la presidencia municipal mantuvieron total hermetismo y no dieron a conocer las causas de la toma del edificio público y menos emitieron postura alguna a nombre del ayuntamiento, así como tampoco hicieron públicos los acuerdos entre Araceli Beltrán y Álvaro López.