Arturo G. Alanis. Chilcuautla.- Comenzaron a surgir críticas en contra del alcalde, Valente Martínez Mayor, por su nula capacidad de respuesta ante el conflicto que ocupa a la comunidad de Tunititlán, donde dos grupos vecinales disputan el control del Comité Central de Agua Potable de El Elefante, que ya derivó en una primera confrontación, dejando varios lesionados, aunque no de gravedad, y un par de unidades de seguridad y rescate vandalizadas.
De las 22 comunidades que integran el municipio, por lo menos media decena de autoridades delegacionales y habitantes han demandado vía redes sociales que el presidente municipal atienda sus obligaciones y dé la cara ante los problemas sociales, para evitar enfrentamientos, como el ocurrido en las primeras horas del jueves 14.
Por otro lado, fuentes de la Cruz Ámbar del municipio confirmaron que una de sus unidades, la número 02, resultó severamente dañada, del parabrisas y carrocería, luego de que personas desconocidas la arremetieron con piedras, mientras los tripulantes pretendían acudir a las faldas del cerro de El Elefante, para auxiliar a una persona.
Aclararon que los brigadistas se encuentran bien, pero lamentaron que hayan sido agredidos, mientras únicamente pretendían cumplir con un servicio totalmente ajeno a los conflictos internos de la comunidad de Tunititlán, la cual inclusive consideraron como “zona de riesgo” por la manifestación de protesta derivada de aquella disputa.
Por lo anterior, la Cruz Ámbar de Chilcuautla hizo el contundente pronunciamiento: “No a las agresiones a las unidades de emergencias. Somos totalmente neutrales”. Sin embargo reiteraron su compromiso con la población y que sigue en pie su participación en el operativo municipal Semana Santa 2022.
Hasta la tarde del jueves 14, extrañamente, continuaba sin emitir algún pronunciamiento público el alcalde, desconociéndose qué acciones emprenderá para destrabar el diferendo por el control del Sistema de Agua El Elefante; inclusive, Valente Martínez ha sido criticado por presuntamente acudir a un acto político-partidista y no atender aquel conflicto social.