El inicio del mes promete tensión máxima para los Tuzos, quienes no podrán ceder terreno si aspiran a pelear fuerte en el Apertura 2025. Octubre no será mes de recuperación, será mes de decisiones.
La travesía arranca con la visita al Necaxa, rival al que Pachuca domina en los últimos duelos: cuatro victorias y dos empates en seis enfrentamientos. Un arranque que exige ofensiva y firmeza.
Luego vendrá una pausa de quince días como respiro estratégico antes de encarar otro duelo fuera de casa: la visita al FC Juárez, escenario donde los Tuzos también han sumado más victorias que derrotas.
En casa, los aficionados esperan ver cómo la plantilla responde al calor del estadio Hidalgo, pues el 22 de octubre será local contra Tigres, un rival con pocas victorias históricas en su visita a tierras hidalguenses.
En ese partido, Pachuca tiene la oportunidad de reivindicarse frente a su gente. Pero el reto más temible aguarda después: Toluca, vigente campeón de la Liga MX. Desde la final del Apertura 2022, los Diablos Rojos no han perdido contra Pachuca; suman triunfos y goleadas contundentes, y ahora llegan con hambre de seguir imponiéndose.
Este calendario de octubre no es solo una serie de partidos, es una encrucijada colectiva: cada duelo, cada resultado, puede definir el ánimo y las posibilidades del equipo. No hay margen para el error ni permitidas las vacilaciones.
Para los Tuzos, será una prueba de carácter, temple y convicción. Si superan esta hoja de ruta con contundencia, pueden llegar al cierre del torneo con credenciales sólidas. Si no, la presión y la exigencia los rebasarán. Octubre no perdona, y los Tuzos lo saben.