Alberto Witvrun.- Cada que aparece una nueva denuncia sobre desvío de recursos, aparece el nombre del ex oficial mayor del gobierno de Omar Fayad Meneses con su respectiva orden de
aprehensión y parece increíble que nadie de sus superiores jerárquicos y políticos se haya
percatado del cúmulo de irregularidades cometidas por Martiniano V. O. y que este desde
el 22 de junio de 2023 en que fue detenido no se haya apegado al criterio de oportunidad.
Y antes que se hubiera dado a la fuga con las decenas de millones de los que le acusan
desvío desde la supuesta compra de productos en la pandemia a la venta de helicópteros,
resulta extraño que nadie más esté involucrado con este ex funcionario que acompañó al
embajador de México en Noruega desde que fue nombrado en 1993 director del Instituto
Hidalguense de Educación (IHE).
Que tanto calla, que tanto sabe o de que tamaño serán sus compromisos o lealtades para
asumir solo su defensa, aunque no es el único ex funcionario de la pasada administración
estatal en esa circunstancia, otro es el ex subsecretario de Administración y Finanzas de la
Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) Pablo M. C. que también enfrenta un
proceso por millonario desvío de recursos.
Mientras los procesos avanzan lentamente y la lucha contra la corrupción no se detiene y
ahora se centra en que las autoridades migratorias de Estados Unidos en Miami, Florida
deporten al ex secretario de la Contraloría César Román M. V. para hacerle valer las
ordenes de aprehensión en su contra por la serie de carpetas de investigación en su
contra principalmente por la Estafa Siniestra.
La interrogante es si en el camino de sus respectivos procesos los presuntos responsables
de tanta corrupción llegarán a hablar o a involucrar a más personajes de la pasada
administración o guardan silencio y asumirán las consecuencias de los delitos que se les
atribuyen o también si las indagatorias de las autoridades conducen a más involucrados,
porque hasta ahora nadie sabe en donde paró tanto dinero, porque se sabe de recursos
devueltos, pero no de embargos.
