Alberto Witvrun.- Transcurrió una semana del reto que lanzó el ex gobernador Omar Fayad Meneses en la
reunión del Grupo Plural Independiente (GPI) a la secretaria general del Comité Ejecutivo
Nacional del Partido Revolucionario Institucional Carolina Viggiano Austria para que se
vean las caras en las elecciones de 2024 como candidatos por el principio de mayoría
relativa él como independiente y ella por el tricolor.
La histórica disputa que tienen su origen desde su formación e impulso del gobernador
Jesús Murillo Karam en los noventas llegó a su clímax en la disputa por la candidatura a
suceder en la gubernatura a Fayad Meneses, donde este le apostó al presidente municipal
de Mineral de la Reforma Israel Félix Soto, ante lo cual Viggiano Austria tuvo que
maniobrar desde su posición para ser postulada por una vía alterna: el Partido Acción
Nacional (PAN).
Vinieron los enfrentamientos y acusaciones de traición al priismo hidalguense y los
señalamientos de Alejandro Moreno Cárdenas de que Omar Fayad había entregado la
plaza a cambio de una embajada como había sucedido con otros ex gobernadores, pero ya
pasaron 15 meses de que concluyó su gobierno y no ha aceptado o no le han ofrecido una
posición en el gobierno federal.
Ello, le da autoridad moral al ex gobernador sobre los dirigentes nacionales del PRI a
quienes acusa de negociar en lo oscurito y de provocar la caída vertical del PRI, motivo
porque que él y buena parte de la estructura que generó decidieron renunciar al tricolor y
ahora señala que de avecina una nueva traición para los priistas porque Carolina Viggiano
y sus leales se apoderarán de todas las candidaturas de representación proporcional o
plurinominales.
Por eso el reto de Fayad Meneses, que asegura que en las urnas puede derrotar a Carolina
Viggiano, mientras ella guarda sepulcral o para estar a modo xantolero silencio, porque
todo indica que en efecto buscará llegar al Senado de la República por la vía plurinominal.
