Sin margen para lamentaciones, los Tuzos del Pachuca afrontan su último compromiso del Apertura 2025 con la misión de reencontrarse con su mejor versión futbolística cuando visiten a Santos Laguna en la Comarca.
Más allá del resultado, el duelo representa una oportunidad para cerrar con dignidad un semestre que ha sido tan irregular como exigente.
El conjunto hidalguense, dirigido por Jaime Lozano, ha atravesado un torneo lleno de contrastes, donde se rompieron varias de sus rachas más sólidas en torneos cortos: la derrota ante Tijuana en el estadio Hidalgo -la primera en su historia- y el fin de una hegemonía de 11 años ante Tigres como local marcaron una campaña de altibajos.
Aun así, las estadísticas recientes juegan a favor de los blanquiazules, ya que suman siete encuentros sin perder ante Santos, con cinco triunfos y dos empates, incluyendo dos victorias contundentes en el estadio TSM Corona (4-1 y 2-0). La última derrota frente a los laguneros data del Grita México C22, cuando Guillermo Almada dirigía a los Tuzos y se reencontró con su exequipo.
Ahora, con el cierre del torneo en puerta, los hidalguenses buscan algo más que puntos: recuperar identidad, orgullo y confianza ante un rival que siempre exige el máximo. En Torreón, Pachuca quiere despedirse con el corazón, no con la estadística.
