Arturo G. Alanis. Ixmiquilpan.- Sumaban casi mil personas evacuadas, este miércoles, tras reforzarse las acciones preventivas y de auxilio, luego del desbordamiento del río Tula, en su cruce por casi 10 sectores habitacionales de la cabecera municipal, donde se tienen registradas importantes pérdidas materiales, en su mayoría mobiliarios y enseres domésticos, además de algunos daños en la infraestructura urbana pero afortunadamente un saldo blanco, hasta la entrega de este reporte.
Las labores de apoyo a los ciudadanos fueron intensificadas con la presencia de personal y unidades de rescate del Ejército Mexicano, estableciendo el Plan DN-III-E, en coordinación con elementos de la Guardia Nacional, para ejecutar el Plan GN-A, con la tarea conjunta de llevar ayuda necesaria a las comunidades que lo requieran. Inclusive se sumó parte de las unidades de Protección Civil de los municipios de Santiago de Anaya y Actopan.
Una de las acciones prioritarias fue la continuidad de un perímetro de resguardo, a lo largo del Paseo del Roble, desde el puente de Los Sabinos, que cruza sobre el río Tula y sirve para pasar por la avenida Insurgentes, sobre la carretera federal México-Laredo, en las cercanías del paraje de La Huasteca y el barrio La Reforma. El mismo cerco siguió por la ribera hasta la colindancia con el fraccionamiento de San Javier y el Barrio de Progreso.
Según información oficial, tras el desborde del río, los niveles del agua alcanzaron poco más de un metro y medio de altura, según fue constatado mediante las marcas de humedad en bardas y fachadas de viviendas y locales comerciales, principalmente en el barrio de Progreso, lo mismo que en el inmueble que alberga la Clínica Rural 30 del IMSS, ubicada en el fraccionamiento de San Javier.
En el transcurso del día bajo hasta metro y medio el nivel del afluente, pero no se descartaba otro desbordamiento durante la tarde, esto, dependiendo de las condiciones climáticas y del desfogue “controlado” de la presa Endhó, que a su vez alimenta al río Tula; por esta razón, continuaba la alerta en la cabecera municipal, donde inclusive no abrió puertas gran parte de los comerciantes, en acato a las indicaciones oficiales.
Sin embargo, al acudir a este municipio, el secretario de gobierno del estado, Simón Vargas, descartó que las presas representen algún riesgo de colapso. En las siguientes horas, representantes de los tres niveles de gobierno efectuarían un recorrido por las zonas afectadas, para dar comienzo a la primera etapa de evaluación de daños. En acción paralela, instalaron consultorios móviles del IMSS Bienestar, para consultas generales, en la céntrica avenida Felipe Ángeles, a un costado de la Subsecretaría de Gobierno de la Región Valle del Mezquital.