Juan Manuel Pérez. Zempoala.- Con violencia, repartidores de productos fueron despojados de pertenencias y de sus unidades motrices por un grupo de asaltantes.
En Santa María Tecajete el conductor de una camioneta de la empresa Gamesa, al transitar por la carretera vieja a Pachuca, fue interceptado por un automóvil Ford tipo Focus, color gris, con los vidrios polarizados, sin placas de circulación.
De la unidad sospechosa bajaron varios sujetos armados, quienes tenían cubierta la cara con pasamontañas, por lo que el conductor detuvo la marcha y descendió, acto seguido dos sujetos lo golpearon y le quitaron su cartera que contenía más de diez mil pesos en efectivo, producto de la venta del día, además de la camioneta y diversos productos, lo que supera el monto de cinco mil pesos.
Posterior al atraco, fue abandonado cerca de la hacienda de San Juan Pueblilla, y tuvo que caminar hasta que se topó con una patrulla, a quien le pidió el apoyo para trasladarse, realizar una llamada a su supervisor y reportar el robo, así como la agresión sufrida.
En el segundo robo, la víctima fue un repartidor de una compañía dedicada a la venta de hielo, cuyos tripulantes fueron despojados de una camioneta y sus objetos personales.
El acto fue reportado al Centro de Comando y Control (C2) de Seguridad Pública Municipal, en donde informaron que dos personas se encontraban golpeadas cerca del panteón de la comunidad de San Gabriel Azteca y requerían el apoyo de una unidad policiaca.
Ante el registro, una patrulla se presentó en el lugar, encontrando a Ladislao L.B., quien mencionó que al circular sobre la carretera México – Tuxpan, a la altura del puente de San Gabriel Azteca le cerró el paso un vehículo Nissan, tipo Tiida, de color negro, en el que viajaban cinco masculinos, quienes les apuntaron con armas de fuego, por lo que se orilló e inmediatamente lo subieron al mencionado vehículo, lo llevaron hasta el panteón de San Gabriel Azteca y lo golpearon, despojándolo de sus pertenencias.
En su declaración el agraviado señaló que conducía la unidad tipo Izuzu, de color blanco, con la leyenda rotulada de “Hielo Soto”, y se dirigía al municipio de Tulancingo, cuando sucedió todo lo ocurrido hasta que fue tirado cerca del panteón de la comunidad, y ahí pidió el apoyo de unos colonos para que dieran parte a una patrulla.