Las Tuzas están a punto de vivir un momento sin precedentes, ya que las actuales campeonas de la Liga MX Femenil, ya que llegan al certamen con el trofeo en la vitrina, además con la presión de representar al país en su primera incursión internacional: la Concacaf W Champions Cup 2025-2026.
El sorteo, celebrado este en Miami, colocó a las Tuzas en el Grupo A, uno de los sectores más exigentes del torneo, donde compartirán la fase con clubes de peso como el Club América (actual subcampeón mexicano), el Orlando Pride de la NWSL –donde milita la legendaria Marta–, los costarricenses de Alajuelense, y el Chorrillo FC de Panamá.
El Pachuca no tendrá margen de error, pues el sistema de competencia exige regularidad, con solo dos boletos disponibles a las semifinales. Los hidalguenses jugarán cuatro partidos entre agosto y octubre, distribuidos en formato ida y vuelta.
La intensidad del calendario y el nivel de los rivales harán de cada encuentro una prueba de madurez para las dirigidas por Juan Carlos Cacho.
Más allá del reto deportivo, esta participación simboliza el avance de un proyecto que apostó por el talento nacional y por figuras internacionales como Jenni Hermoso. Ahora, el club deberá demostrar que lo hecho en México puede sostenerse en una arena continental donde la exigencia física y táctica será mayor.
El cuerpo técnico ya trabaja con el objetivo de mantener el ritmo competitivo durante el verano. Las Tuzas no solo representarán a Hidalgo, sino al fútbol mexicano femenil, en una vitrina que servirá para medir la evolución de la liga y la calidad de sus jugadoras frente a exponentes de otras naciones con tradición futbolística sólida.
Con el calendario oficial por confirmarse, el Club Pachuca Femenil sabe que la historia no espera. La W Champions Cup es más que un debut internacional: es el inicio de una nueva era para las Tuzas y, quizás, el primer paso a la consolidación global del futbol femenil mexicano.