Alberto Witvrun.-En las últimas semanas se inició una andanada de ataques a través de filtraciones y trascendidos en contra personajes que están en el centro de la discusión política por su cercanía o empatía con el gobernador Omar Fayad Meneses que está por entrar a la recta final de su mandato con una fuerza inesperada para muchos previsible para otros luego de las 32 victorias electorales el 18 de Octubre de 2020.
A ellas hay que agregar que la pragmática pero necesaria alianza para todos los partidos que integran la coalición Va por México, le da a este bloque el gobierno de 55 municipios de Hidalgo estructura política que teóricamente alcanza para obtener nuevos triunfos en las elecciones que avecinan, lo que sin duda genera reacciones internas y externas que se reflejan en ataques en medios y redes sociales.
Lo mismo el precandidato a diputado federal Benjamín Rico Moreno, que el presidente municipal de Mineral de la Reforma, que los secretarios José Luis Romo Cruz y José Luis Guevara Muñoz por diferentes causas y argumentos son descalificados, en unos casos se acusa fuego amigo, en otros una estrategia nacional instrumentada desde el gobierno federal para intentar descalificar a personajes políticos.
Que puede ser el caso de Rico Moreno que tiene una amplia trayectoria en el sector privado concretamente en el industria de la construcción que lo llevó a presidir el organismo empresarial del ramo y luego a incorporarse a la administración pública hace tres décadas, es decir que hay en todo el país candidatos que tienen “marcaje personal” del gobierno federal por sus posibilidades de crecimiento.
Pero también hay probabilidades de fuego amigo como en el caso de Félix Soto a quien se le ubica como aspirante a la candidatura a gobernador y eso lo puso en competencia con la secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Carolina Viggiano Austria; por eso se especula que hay una guerra entre ellos por lograr el mejor posicionamiento.
Por lo que toca a los secretarios Romo Cruz y Guevara Muñoz, el objetivo es evitar que sigan creciendo y su cercanía con base a resultados que tienen con el gobernador los hace blanco de ataques porque hacerlo es “golpear” al gobernador, ya que para los observadores políticos son operadores efectivos y leales que se quedarán hasta bajar el switch de la interconexión con la siguiente administración.