Alberto Witvrun.-El martes 3 de noviembre en una reunión en corto Damián Sosa Castelán reiteró al rector Adolfo Pontigo Loyola, al coordinador académico Gonzalo Villegas de la Concha y al diputado local Rafael Garnica Alonso, que avanzan las gestiones legales para que su hermano mayor y jefe máximo del Clan Universitario alcance la libertad bajo fianza y pase la navidad en casa.
La reunión a la que asistió un número reducido de integrantes del clan, no fue filtrada a la estructura como suelen hacerlo, porque no quieren fuga de información que altere las negociones “al más alto nivel” que a pesar de todo significaría un triunfo en medio de la crisis, que se agravó con el abandono de barco de un cada vez mayor número de personajes que todo le deben al jefe.
Mientras Damián se da tiempo para buscar respaldo a su impugnación, porque empieza a quedarse solo, para anular las elecciones municipales en Tulancingo y para seguir promoviendo juicios de amparo, por si a la Fiscalía General de la República (FGR) se le ocurre solicitarle a un juez le obsequie una orden de aprehensión en contra del candidato a presidente municipal en las siguientes semanas.
Entre garantizar que no pueda ser detenido y lo que el llamo la impugnación mejor armada Damián convertido en mensajero, busca dar aliento a los integrantes del clan, para evitar que escuchen el canto de las sirenas y se arrojen al mar de ofertas políticas como ya lo hicieron otros, pero él tiene problemas propios, y si no prospera su impugnación al resultado electoral es el menor, lo grave sería su detención.
Lo que en la reunión del 3 de noviembre, aseguró no sucederá, por lo que no se entiende que siga gestionando amparos, por lo pronto la versión de que el jefe del clan saldrá libre en diciembre, cada vez es menos creíble y crece la versión de que es para frenar una revuelta o traiciones.