Alberto Witvrun.- Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) enfrenta decena de juicios de protección
de derechos políticos de inconformes con el proceso interno de selección de candidatos y
al iniciar las campañas para presidentes municipales cuidar frentes abiertos por las
amenazas del voto de castigo como quedó de manifiesto este finde semana en Santiago
de Anaya, lo que pondrá a prueba la marca.
Hay dudas en la estructura morenista, el ejemplo es la campaña negra en contra del
virtual candidato opositor en Pachuca, Benjamín Rico en redes sociales que puede tener
un efecto bumerang y lejos de afectarle, le puede fortalecer su posicionamiento en el
estratégico municipio capitalino, pero no sólo en Pachuca, porque las inconformidades
aumentan las posibilidades opositoras en más de una treintena de municipalidades.
La estrategia de candidaturas comunes con Nueva Alianza Hidalgo (Panalh) está diseñada
para lograr mayoría en la 66 Legislatura local y para ganar más de 60 ayuntamientos
porque el “carro completo” es imposible en cualquier competencia electoral donde la
lucha por el poder supera la contienda democrática y varias de las postulaciones es
probable que reduzcan los triunfos.
La aparición de campañas de desprestigio de todos colores y sabores no sorprende solo
confirma que prevalecen prácticas añejas, lo que puede ocasionar descalabros no
estimados para el teóricamente dominante, lo que al final contribuye a los equilibrios,
porque el gobierno tendrá mayor oposición lo que se puede reflejar en beneficio de la
población.
Esto obliga a los candidatos morenistas a esforzarse para aportar votos a la marca, porque
el posicionamiento de partido, no será suficiente para triunfar, así que el 2 de junio los
opositores incluyendo a los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM)
pelearán tanto o más que la oposición formal, para arrebatarle hasta municipios
emblemáticos a Morena.
