Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Ambientalistas de la región tolteca calificaron la “consulta” del siguiente domingo, para decidir si se instala o no el parque de economía circular en la región de Tula, como una simple encuesta de opinión, promovida por los gobiernos del estado y federal, que no tiene ninguna implicación legal y que, además, no servirá de nada porque ya está decidido todo, que sí se instalará.
“Los propios entes gubernamentales son los que organizan y quienes dictaminarán el ejercicio ‘democrático’, que no es más que una simulación para obtener una respuesta maquillada y hacer creer que la región sí quiere el parque, pero se trata de una imposición”.
En estos términos se expresaron los integrantes de colectivos que rechazan el proyecto, por las implicaciones medioambientales que traerá como consecuencia a la zona de Tula el basurero disfrazado de parque ecológico (más enfermedades, más contaminación, más cáncer).
Criticaron la integración tardía del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) a la actividad consultiva: “El árbitro electoral apenas fungirá como acompañante técnico, un rol decorativo que no garantiza imparcialidad ni transparencia. Reiteramos, los entes gubernamentales serán juez y parte”.
Insistieron en que la famosa consulta es solo un intento vulgar y burdo para legitimar, con papelitos y urnas, un proyecto que ya fue decidido desde arriba.
Gane el “sí” o gane el “no”, no moverá absolutamente nada: el megaproyecto ya está avalado por el Congreso federal como parte del plan para instalar el Parque de Economía Circular en Tula. El resultado servirá únicamente para legitimar el discurso oficial, no para la toma de decisiones.
Por otra parte, indicaron que este complejo de plantas de reciclaje será concesionado a empresas privadas por 25 años con posibilidad de prórroga, iniciará recibiendo basura de Hidalgo pero, como reconoció la presidenta Claudia Sheinbaum y en un inicio la titular de Semarnat, Alicia Bárcena, también procesará residuos de la Ciudad y del Estado de México.
Adelantaron que se actuará jurídicamente para impedir el seguimiento del proyecto y, para evidenciar el rechazo social a edificar una fuente más de contaminación en la región que ha sido considerada como la más contaminada del planeta, el próximo sábado a las 16 horas se realizará una marcha de Doxey a la cabecera municipal de Tlaxcoapan.