Tizayuca.- Con los más de mil 500 MDP en impuestos que Sociedad Cooperativa Pascual ha pagado por comercializar bebidas azucaradas se hubiesen podido construir 3 plantas de producción de similar capacidad a la que opera en Hidalgo y que brinda más de 800 empleos formales, defendió Noé García Espíndola, Presidente del Consejo de Administración de la empresa mexicana en reunión con COPARMEX Hidalgo la mañana de este jueves.
De los más de 5 mil empleos que Pascual ostenta a nivel nacional, mil 500 de estas plazas están en Hidalgo, distribuidas entre la planta productora en Tizayuca y los puntos de distribución en Pachuca, Tulancingo e Ixmiquilpan. Por esta razón aunque empresas transaccionales han ofrecido comprar la marca, la sociedad se ha negado. «Buscamos el beneficio de los consumidores y de los cooperativistas», recalcó.
Sobre los beneficios que la factoría ha dejado para la región y el estado en general, consideró que la sinergia entre pymes genera derrama económica para Hidalgo y con el consumo local se fortalecen los pequeños productores. Además, Huitzila y Tepojaco, las comunidades más cercanas a la planta fueron testigos de la transformación urbana con obras públicas que se generaron desde que entró en operaciones en el año 2003.
Será en los próximos meses que atendiendo la tendencia medioambientalista, Cooperativa Pascual introduzca popotes biodegradables en sus envases plásticos, adelantó Noé García Espíndola: «estamos en la etapa de pruebas; lo que queremos es desarrollar un popote totalmente degradable que no contamine», apuntó, ya que uno de los compromisos principales de la empresa es el cuidado del medio ambiente.
En escuelas de Tizayuca, ya se han implementado estrategias para contrarrestar el deshecho y contaminación por plástico, con campañas de intercambio de envases por insumos para las escuelas como bancas, libretas o pizarrones hechos a partir de este material reciclado.
Por Eunice L. Rodríguez