Alberto Witvrun. – A un mes de que una jueza de control le otorgara el beneficio de la prisión domiciliaria para enfrentar el proceso por el homicidio culposo de Iván F. el ex diputado federal Cipriano Charrez Pedraza se la vive como si estuviera exculpado de este delito derivado del accidente carretero del 6 de octubre de 2018, porque además de la reunión a la que asistieron buen número de personajes, ahora concede entrevistas y su domicilio en Villa La Paz se ha convertido en sede de reuniones consuetudinarias.
Bueno hasta promueve al canciller Marcelo Ebrard Casaubon como el bueno para la candidatura de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia de la República, ante el silencio de las autoridades judiciales, que no explican si estas actividades son permisibles en su situación legal o incurre en violaciones a las leyes que rigen la prisión domiciliaria.
Por lo pronto el argumento de estar “delicado de salud” pierde validez pública porque no se le ve mermado físicamente, por el contrario, mantiene una intensa actividad aún cuando no abandona el domicilio donde se encuentra radicado por la disposición legal de los tribunales, mientras recibe manifestaciones de apoyo a su activismo político que genera dudas en tirios y troyanos.
Porque quienes le han manifestado su respaldo asistiendo a sus reuniones, ignoran que durante la campaña política del gobernador Julio Menchaca Salazar no tuvo acercamiento de ninguna naturaleza con los hermanos Charrez Pedraza en un claro desmarque de estos personajes, además de que Cipriano está expulsado de Morena, medida adoptada apenas le fue retirado el fuero constitucional en 2019.
Es entonces un caso de excepción el de Cipriano Charrez, que bien merece una explicación legal por parte del Tribunal Superior de Justicia del estado de Hidalgo, para despejar dudas además de realizarle estudios médicos para sustentar la decisión de concederle la prisión domiciliaria.