Alberto Witvrun.-Tendría que suceder algo extraordinario para que al leer esta columna no sea Julio
Menchaca Salazar el candidato a gobernador de Hidalgo por Movimiento de Regeneración.-
Nacional (Morena), desde la noche del martes se conoció que todo le favorecía, luego de
una interesante campaña de posicionamiento y una larga guerra sucia en su contra para
descalificarlo a partir de su lanzamiento como aspirante cuya plataforma fue su informe
como Senador de la República.
Quien cerró fuerte en esta carrera fue el diputado federal Cuauhtémoc Ochoa Fernández
quien en las últimas semanas creció de acuerdo a las encuestas públicas, porque amplios
sectores sociales ven con buenos ojos por su experiencia en la política y en la
administración pública, ahora de estar confirmada la candidatura de Julio Menchaca,
tendrán que establecer acuerdos para ir juntos a la lucha por la alternancia.
Un flanco a cubrir es evitar que Francisco Xavier Berganza de reunir las 65 mil firmas para
ser candidato Independiente les quite votos, porque cometerían un error si la percepción
es que se los quitará al Partido Acción Nacional (PAN) porque ha sido tres veces candidato
por ese partido, cuando realizó giras y se reunió con militancia y estructuras morenistas y
el de Tulancingo para por todos los votos que pueda.
Parece que Morena tiene tiempo para iniciar una operación cicatriz y sumar a los 50
aspirantes que se registraron apenas se conoció la convocatoria y a la secta que se formó
en torno a Francisco Xavier Berganza y que jugaron todas sus cartas para convertirlo en
candidato a pesar de que desde un principio se les advirtió que no estaba considerado
para este proceso.
La contienda constitucional será altamente competida, aún hay dudas en los dos bandos,
primer consolidar las coaliciones, porque se especula que pueden suceder muchas cosas
en las siguientes dos semanas, también en que se sabrá quienes de los que registraron su
intención de ser candidatos independientes lograron las 65 mil firmas y que va a pasar con
Movimiento Ciudadano, si se suma a una de las alianzas o bien compite con candidato
propio.
