Alberto Witvrun.-El 27 de julio de 2018 sorprendió a los noctámbulos que circulan por los antros de la ya no tan exclusiva Zona Plateada un operativo de seguridad que se concentró en el bar La Libertad, que fue clausurado por la Dirección de Reglamentos y Espectáculos del ayuntamiento capitalino, negocio que logró reabrir después de cumplir múltiples requisitos.
La Libertad, volvió a operar con otro permiso porque se había registrado un incidente con arma de fuego en su estacionamiento y permitir el acceso a menores de edad, lo que nunca probó la autoridad, mientras en otros como Velvet, ahora Silvana se registraban continuamente riñas y era común que fueran robados celulares y hasta los bolsos de las mujeres.
Apenas el sábado 9, en la cervecería Don Diablo que opera la misma empresa de Velvet ahora Silvana, denominada Autica, se registró un incidente de acuerdo a personas que se encontraban en el lugar y en la taquería de enfrente, hubo disparos de arma de fuego, lo que obligó a la movilización policiaca, una versión dice que todo empezó en el interior, otra que fue sobre la banqueta.
Se habla de un herido, pero hay quien asegura que hubo más, nada corroborado porque no hay un reporte policiaco claro, bueno ni siquiera si hubo detenidos; en los días siguientes personal de Don Diablo se dio a la tarea de realizar una excepcional asepsia en el interior y exterior del negocio y, para las autoridades, no pasó nada.
Mientras la sociedad se queda con comentarios como el de joven Emilio de 18 años que al conocer el incidente expresó: “A Don Diablo, ya le urgía un desmadrito” y la consecuente pregunta ¿Dónde está la autoridad? ¿Por qué no se aplicó la misma medida que en La Libertad?