Alberto Witvrun .- La estrategia de utilizar un foro como el Congreso de la Unión para denunciar supuestos atropellos y llamar la atención de la opinión pública y realizar campañas negras en redes sociales no es una práctica novedosa del Clan Sosa para proteger sus intereses así lo hizo para exigir en 2019 para exigir el “descongelamiento” de cuentas por 151 millones de dólares.
Esa ocasión utilizó a las tres diputadas federales que representaban sus intereses: Lydia García, Marivel Solís y Maribel Alfaro posiciones que junto con siete diputaciones locales le había dado a cambio de “lana y estructura” Gabriel García Hernández el entonces secretario de Organización de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) un año antes para ingresar sin trabajo partidista a la 4T.
Ahora al quedar fuera de Morena el Clan Sosa utiliza al Partido del Trabajo (PT) y envió a un puñado de sus candidatos encabezados por Damián Sosa Castelán, surgidos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) para acusar persecución y judicialización de la política por el gobierno morenista, respaldados previo cabildeo de Lydia García Anaya, por la diputada petista Magdalena del Socorro Núñez Monreal.
Curiosamente la candidata al Senado de la coalición Fuerza y Corazón por México Carolina Viggiano Austria respaldo la postura del Clan Sosa a través del PT, que no es más que otra señal de la ya no tan secreta alianza acordada hace un par de meses en Valle de Cáceres en San Javier, cuya primera señal fue la campaña mediática en defensa de Gerardo S. C. que emprendió semanas atrás el diputado federal priista Rubén Moreira Valdez.
Era obvio que el jefe del Clan no se iba a quedar con los brazos cruzados y desde su prisión domiciliaria al ver que sus leales tenían el camino cerrado en Morena, tomó la operación directa para utilizar al PT franquicia que Alberto Anaya le cedió en 2021 para desafiar a Morena y al gobernador que sólo mantiene relación institucional con las autoridades formales de la UAEH.