Andrés A. Solis*
El 8 de junio de 2020 se publicó la Ley de secreto profesional y cláusula de
conciencia para el ejercicio periodístico de la Ciudad de México, que incluye la
obligación de los medios de información basados en la capital del país de contar
con un código de ética que garantizara su autorregulación y que sirviera como
base para la protección del derecho de cláusula de consciencia de cada
periodista.
Cinco años después, prácticamente ningún medio que tenga oficinas en la ciudad
ha cumplido con este mandato.
Ahora el Senado de la República aprobó la Ley en materia de telecomunicaciones
y radiodifusión que incluye algunos aspectos positivos como el Artículo 209 que
establece que “con la finalidad de evitar la transmisión de publicidad engañosa, sin
afectar la libertad de expresión y de difusión, se prohíbe la transmisión de
publicidad o propaganda presentada como información periodística o noticiosa”.
Es un articulado que claro que provoca el rechazo de muchos medios privados
acostumbrados a engañar a las audiencias mostrando precisamente publicidad y
propaganda, disfrazada de noticias.
Veremos si los medios públicos pondrán el ejemplo y dejen de hacer lo mismo.
El capítulo IV incluye derechos de las audiencias y obligaciones de los medios
electrónicos de radio, televisión y digitales.
La fracción III del Artículo 228 establece que es un derecho de las audiencias “que
se diferencie con claridad la información noticiosa de la opinión de quien la
presenta”.
Y claro, porque muchos y muchas figuras de la radio y la TV, presentadores de
noticias y opinólogos son más proclives a opinar que informar, intentando influir en
el público en función de sus filias y sus fobias y no a partir de la presentación de
datos y hechos.
Esto aplica para quienes trabajan en medios privados y públicos, pero también a
aquellos sedicentes periodistas que dicen hacer periodismo en plataformas
digitales, cuando en realidad sólo opinan.
La ley establece la obligación de los medios de contar con Códigos de Ética que
normen su conducta u la forma en cómo deben respetar los derechos de las
audiencias y esto seguro generará la misma reacción negativa como cuando se
aprobó la ley de secreto profesional en la CDMX.
Lo peligroso viene cuando esta ley da facultades intrusivas a la Agencia de
Transformación Digital y Telecomunicaciones, convertida de por sí, en un órgano
con poderes de una Secretaría de Estado.
La ley dice:
Artículo 228: (…) Los Códigos de Ética se deberán ajustar a los lineamientos que
emita la Agencia, los cuales deberán asegurar el cumplimiento de los derechos de
información, de expresión y de recepción de contenidos en términos de lo
dispuesto en los artículos 6o. y 7o. de la Constitución.
Artículo 231. Los concesionarios que presten servicio de radiodifusión deberán
contar con una defensoría de audiencia, que podrá ser del mismo concesionario,
conjunta entre varios concesionarios, o a través de organismos de representación.
El defensor de la audiencia será el responsable de recibir, documentar, procesar y
dar seguimiento a las observaciones, quejas, sugerencias, peticiones o
señalamientos de las personas que componen la audiencia. La Agencia emitirá los
lineamientos donde se establezcan las obligaciones mínimas que tendrán que
cumplir los defensores de las audiencias en términos del último párrafo del artículo
228 de la presente Ley, a fin de garantizar la adecuada protección de los derechos
de las audiencias.
Los códigos de ética y las defensorías de las audiencias por supuesto que son
fundamentales para garantizar los derechos de las audiencias, pero permitir que
una agencia de gobierno imponga los lineamientos mínimos es un riesgo para la
libertad de expresión y la autorregulación de los medios.
*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de
buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Integrante del
Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de
Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación. Conduce el
programa “Expedientes MN”, que se transmite los viernes a las 18:10 hrs., por la
cadena de Meganoticias