Alberto Witvrun.- En la última semana se insistió en que habría ajustes en el gobierno las especulaciones crecieron y se desvanecieron, pero surgieron versiones que hablan de desencuentros
entre el equipo de primer nivel que las generaron y si bien el gobernador retomó el ritmo
de trabajo y resultados, todo señala que fueron las intensas lluvias las que apagaron los
connatos de incendio.
Las afectaciones de las torrenciales lluvias que afectan a una treintena de municipios
incluyendo los que integran la Zona Metropolitana, concentró la atención del gobierno
todo y los efectos hasta el momento son sólo materiales y la respuesta a deslaves,
derrumbes e inundaciones arrojan un saldo positivo para el gobierno y vicios en el
desarrollo urbano por décadas.
Pero no apago los comentarios sobre la reunión cumpleañera del responsable de la
política interior Guillermo Olivares Reyna en la Huasteca, ni los desencuentros que tuvo
días antes con dos integrantes del gabinete por el retraso en la aprobación de unos
recursos, de lo que trabajadores del gobierno y un par de visitantes a la Secretaría de
Gobierno, pudieron percatarse.
Mientras se buscó responsabilizar de esas versiones a otros actores políticos que lo que
menos quieren en este momento es un cambio en esa área del Ejecutivo, que si se realiza
no será en este momento, sino cuando los tiempos políticos sean propicios por el
momento la señal es que no habrá ajustes incluso en áreas donde urgen como en la
Secretaría de Movilidad y Transporte (Semot), donde la anarquía domina.
Así los ajustes pueden esperar a tiempos adecuados por ahora la prioridad es contener y
atender los efectos de las lluvias cuyo volumen superan en un 130 por ciento más a las
registradas en el mismo periodo de 2024 de 94.1 milímetros a 219.6 y, sigue lloviendo.
