Ángel Bautista. Huejutla de Reyes.- El caso Mecatlán, Yahualica, no es grave, pero se debe atender y promover la cultura de paz, para no transgredir derechos humanos, que atentan contra la dignidad e integridad de las personas.
Estableció la dirección de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno (Segob) al reprobar la retención de servidores públicos para obtener recursos para sus fiestas religiosas.
Tras lo sucedido en Mecatlán y Santa Teresa, representantes del gobierno estatal dieron a conocer los alcances que deben tener los usos y costumbres, sin violentar derechos de terceras personas.
Se explicó que es importante que esta autonomía de las comunidades o pueblos indígenas que reconoce la Constitución, entre ellos el de aplicar sus usos y costumbres, “sirva para resolver las cuestiones internas conforme a las normativas reconocidas por las propias comunidades, sin afectar a terceros.
En ese sentido, señalaron que es importante que las comunidades y autoridades de todos los órdenes de gobierno, pero en específico la municipal, trabajen de manera coordinada, en un clima en el que prevalezca la armonía y el diálogo, pero sobre todo el respeto, “solamente así se lograrán acuerdos que fortalezcan la vida comunitaria, pero también la gobernanza en nuestro estado, sin afectar a otras personas, sin que se vulneren bienes jurídicos como la integridad, la libertad, la seguridad y la propiedad”, agregaron.
Además, indiquen que las decisiones que se tomen en una comunidad deben hacerse con mucha responsabilidad, evitando que cualquier acto o acuerdo dañe a terceros, vulnere derechos o genere conflicto.
Los funcionarios del gobierno estatal aclararon que siempre debe haber un diálogo abierto entre comunidades y autoridades, fomentando la cultura de la paz, en un marco total de respeto a los derechos humanos de todas las personas y de todas las comunidades.