Alberto Witvrun.- El homenaje al político, empresario y humanista Jorge Márquez Alvarado en su primer aniversario luctuoso además de reconocimiento a su trayectoria y legado en Tulancingo de
Bravo reconocido por todos los sectores sociales, también dejó de manifiesto que las
estructuras sociales y políticas que construyó siguen vivas y quien retome su tarea
continuará con un proyecto serio y real.
La asistencia de los hermanos Jorge y José Antonio Rojo García de Alba y del ex
gobernador José Francisco Olvera Ruiz y ausencias como la de la secretaria general del
Partido Revolucionario Institucional (PRI) Carolina Viggiano Austria, definen un panorama
político nada halagador para el instituto al que le apostó todo el homenajeado, en el que
militó y tuvo cargos como el de secretario se Divulgación Ideológica.
En el priismo tulancinguense, se mantiene la percepción de que en los últimos procesos
electorales hubo traición, que los dejaron a su suerte y que quien mantuvo el barco a flote
y lo llevó varias veces a buen puerto fue Jorge Márquez, a quien Viggiano Austria y Rubén
Moreira se comprometieron a apoyar y a entregar por lo menos una posición de
representación proporcional.
No fue así, por el contrario, en 2024, al ya no estar presente el dos veces presidente
municipal, las estructuras se quedaron sin apoyo y si no fuera suficiente apenas tuvo la
oportunidad el presidente del Comité Directivo Estatal, Marco Antonio Mendoza
Bustamante, culminó la traición al imponer sin consulta ni consenso a Fernanda Pasquel
Solís como como delegad especial con funciones de presidenta municipal del PRI.
Por eso sorprendió que el diputado local Mendoza Bustamante haya acudido al homenaje
sentado a un lado del ex presidente municipal y ex presidente del PRI Aurelio Marín Huazo
e ignoró por todos, ubicándolo como persona non grata, además de llevarse colgada la
declaración de Francisco Olvera quien dijo, se ve fuera del partido y que el PRI está
secuestrado por una camarilla.
