Alberto Witvrun.- Conforme se aproxima el 1 de junio aumentan las dudas sobre que nivel de participación ciudadana acudirá a las urnas para elegir jueces, magistrados y ministros de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y en Hidalgo no ha despertado interés ni porque la
magistrada presidenta del Poder Judicial Rebeca Aladro Echeverría busca uno de los
cargos más altos del Poder Judicial de la Federación.
Existe confusión, pocos saben como votar y existe un grave desconocimiento sobre la
importancia del Poder Judicial, así que habrá que esperar porque es una incógnita porque
existen candidatos impugnados, otros que fallecieron en este periodo aparecerán en las
urnas y la elección se centrará en el refrán popular de “que quien tengan más saliva
comerá más pinole”.
Es decir que esta elección será, aunque se niegue de estructuras, quien la tenga o sepa
operar llevará votantes a las urnas para llevar a los cargos a quienes consideran afines, y
quienes cuentan con ellas son los partidos políticos, aún así habrá que esperar si quienes
acudan a las urnas pueden descifrar el crucigrama de las boletas electorales, que serán
seis.
El panorama que por ahora ase observa es que se camina hacia el desencanto, el proceso
inédito para que sea la ciudadanía quien elija a los juzgadores no es nada halagador,
aunque hay quien confían en que en medio de este galimatías lleguen personas con los
perfiles adecuados para entender y aplicar las leyes y hacer respetar la Constitución
General de la República, aunque sean los menos.
En Hidalgo la participación de la magistrada Aladro Echeverría, a quien le fracasó su
estrategia de comunicación a pesar de los ajustes realizados, por lo menos le servirá de
experiencia para mantenerse como una las probables precandidatas al gobierno de
Hidalgo en 2028, porque dentro de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) hay
otras que llevan delantera en posicionamiento.
