Andrés A. Solis*
La prensa mexicana ha dado cobertura puntual a muchos incidentes inesperados
en el Congreso de la Unión; desde aquellas máscaras de cerdo del izquierdista
marco Rascón, a las orejas de papeleta electoral de Vicente Fox.
Vimos la irrupción violenta y a caballo de Alfonso Ramírez Cuéllar, hoy legislador
de Morena, a la sede de la Cámara de Diputados en San Lázaro, y los actos
violentos en las inmediaciones de ese mismo recinto el día en que Enrique Peña
nieto protestó como presidente.
Este martes de nuevo la prensa trabajó horas extras para documenta la sesión en
el Senado de la República donde se discutiría la reforma al Poder Judicial.
El grupo en el poder esperaba que fuera vía “fast track”, al viejo estilo autoritario
del PRI del que tanto se quejaron. Querían utilizar el mismo recurso de la
“aplanadora” como sucedió en la Cámara de Diputados, fieles a su escuela priísta.
La ausencia de un senador de Movimiento Ciudadano y la licencia de última hora
a un senador panista, ex priísta y más bien oportunista, ya le daban a la Morena y
sus aliados, la mayoría calificada suficiente para empujar su reforma
constitucional.
Pero decenas de manifestantes, personal que labora en el Poder Judicial de la
Federación, irrumpió en la sede del Senado y en principio obligó a que decretara
un receso indefinido y luego alcanzaron el salón de plenos para reclamar lo que
han venido reclamando desde hace semanas y que no pudieron evitar el día de la
elección.
Decenas de periodistas estaban dentro y fuera de la sede del senado. Micrófonos,
grabadoras, cámaras de foto y televisión, celulares y sobre todo, ojos y oídos
pendientes de cada detalle de lo que sucede en el Senado y que dejarán claro
testimonio de uno de los hechos noticiosos más trascendentales del México
reciente.
Mis colegas acudieron sin protocolos de seguridad y la seguridad parlamentaria se
vio rebasada y no pueden siquiera garantizar la integridad de las y los senadores,
sus equipos de trabajo y el personal de la Cámara Alta.
Las empresas de medios no previeron que se desbordara la situación y tampoco
garantizaron condiciones a sus periodistas enviados.
Al momento de enviar este texto el Senado estaba tomado, la discusión sobre la
reforma judicial estaba suspendida y mis colegas estaban “atrapados y atrapadas”
por los manifestantes y por esta histórica cobertura.
Gracias periodistas por estar contando esta parte de la historia reciente.
*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de
buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el
programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:05 hrs., por
Radio Educación.