Alberto Witvrun.- A Miguel Tello Vargas se le apareció no un par de diputados críticos, fue el Clan de
Gerardo Sosa Castelán incrustado en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el
Partido del Trabajo (PT) que coordinará el Congreso local a partir del 5 de septiembre y así
envía mensajes del modelo de división de poderes que aplicará desde Valle de Cáceres.
Jorge Hernández Arauz le cuestionó la iniciativa para contratar deuda por 7 mil 125
millones de pesos aprobada en comisiones de la 65 Legislatura y el lunes Edgar Hernández
Doñu, pidió aclarar al Ejecutivo las funciones del titular de la Unidad de Planeación en
Ixmiquilpan y reprobó que haya dicho que los legisladores deben a legislar no gestionar ni
adjudicarse obras del gobierno.
El Clan Sosa dueño de la franquicia del PT y posiciones claves en Morena, empoderado por
Adán Augusto López saca ventaja de cualquier coyuntura y ahora querrán condicionar la
aprobación del presupuesto 2024, la creación de la Fiscalía General del Estado de Hidalgo
y la elección del primer fiscal a cambio de candidaturas en 2024.
Pero Hernández Doñu quien tiene abiertas dos carpetas de investigación por delitos
sexuales, fue más allá y dejó entrever que la presidenta Araceli Beltrán Contreras y Vargas
Tello “conviven” con delincuentes, pero “no podía asegurar” que estén involucrados en
esas actividades, como sea lanzó un dardo contra el enlace gubernamental en el Valle del
Mezquital.
Por lo que hace a su enfrentamiento con Araceli Beltrán por el control del mercado
Morelos, es producto del rompimiento del Grupo Charrez, porque llega a diputado local
del PT al ser inhabilitado Vicente Charrez y ahora aspira a ser presidente municipal de
Ixmiquilpan, pero ve por la alcaldesa le cierra el paso y decidió emanciparse y entregarse
al Clan Sosa.
Así que este circo tiene que verse en dos pistas: el proyecto del Clan Sosa para
fortalecerse y negociar su estatus legal y el resquebrajamiento del Grupo Charrez Pedraza
liderado por Vicente que tiene como operador al secretario municipal Rutilio Pérez
Hernández y como nuevo enemigo a su ex subordinado Hernández Doñu, envalentonado
por su acuerdo con los universitarios, pero del lado que se le vea no hay gobernabilidad y
la estabilidad social pende de un hilo.
