Alberto Witvrun.- La presidenta municipal de San Felipe Orizatlán Erika Saab Lara sume a esta municipalidad
en una grave crisis institucional y de imagen con las últimas acciones que le generan
criticas y reprobación de sus gobernados que descubren que el hombre fuerte de este
municipio que se mantenía como bastión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) es
dominado por el ex presidente municipal el neo morenista Manuel de Jesús Rivera
Fernández.
A Saab Lara le llueven criticas por el retraso en obras de infraestructura urbana como
pavimentaciones que han afectado al comercio establecido al mantenerse calles
principales cerradas a la circulación, pero sobre todo por organizar un festejo a las madres
trabajadoras del ayuntamiento donde se presentaron strippers para lo que fueron
utilizados recursos públicos.
Pero lo grave es que no tiene control sobre el gobierno municipal por un lado su sobrino
Marco Andrade quien mantiene una campaña en busca de ser candidato a presidente
municipal en 2024 y por otro el cerco que le tiene Rivera Fernández que presume de tener
el control de la asamblea municipal, solo Diana Guzmán y Emiliano Cervantes no
obedecen a sus intereses.
Quien además tiene incrustados en el ayuntamiento a la tesorera María Isabel Espinoza
Rodríguez, al contralor Gustavo Hernández Godoy y al oficial mayor Noel Rivera Hervert,
en suma, Rivera Fernández reprobado en el PRI por organizar carreras de caballos y peleas
de gallos a las que asistían personas de no buenos antecedentes y que entregó a Acción
Nacional (PAN) este municipio.
La inestabilidad en esta municipalidad huasteca proviene entonces de la ineficacia del
gobierno municipal y de la disputa por la candidatura de Movimiento de Regeneración
Nacional (Morena) que se encuentra sin control, con tiempos adelantados y una de las
consecuencia es el creciente malestar ciudadano que está acompañado de la inseguridad.
