Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Los trabajos de retiro de lirio acuático para el control de la plaga del mosco cúlex en comunidades de Tula de Allende, estaría por iniciar en pocos días, informaron integrantes del ayuntamiento de la Capital Tolteca.
Lo anterior, comentaron, después de sostener una mesa de trabajo entre las comisiones de Medio Ambiente, Salud y Hacienda de la Asamblea municipal, donde se planteó la necesidad de atender el tema antes de que se convirtiera en un asunto grave de salud pública.
Cabe recordar que, desde principios de octubre, este medio recibió las primeras quejas ciudadanas sobre el lirio y los insectos que este genera, dado que, incluso, para habitantes de los 14 pueblos ribereños al cuerpo de agua, es imposible salir a caminar cuando comienza a caer la noche, pues se exponen a ser picados y por el gran número de especímenes se les dificulta la respiración, al introducirse en nariz y boca.
En tal sentido el regidor Ricardo Baptista González, explicó que se asignó un presupuesto inicial para uno de los tres meses en los que las Secretarías del Medio Ambiente y Salud estatal (Semarnath y SSH) respectivamente requirieron recursos para combustibles y viáticos (hospedaje y alimentación para 12 trabajadores de la dependencia) que vendrían a realizar las labores en el cuerpo de aguas residuales.
Detalló que fueron 747 mil 177.06 pesos los iniciales y que éstos están divididos en ds rubros principales: combustibles, que ascienden a un monto de 425 mil 600 pesos y 321 mil 577.06 pesos para viáticos.
En total son 18 las comunidades afectadas por la problemática, 14 de Tula y 4 de Tepetitlán, con quien se comparte el territorio de la presa Endhó.
En mesa de trabajo previa, los miembros de la Asamblea, mostraron un par de oficios de las Secretarías donde se les pedía apoyo económico para tres meses de trabajos, lo que equivale a una suma de poco más de 2.3 millones de pesos.
En la mesa de trabajo donde se autorizó el gasto se explicó que las labores comenzarían por las localidades de Santa Ana Ahuehuepan y San Francisco Bojay, que son las de mayor gravedad en la problemática.