Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. Actores sociales y damnificados de las inundaciones del pasado septiembre en Tula coincidieron en señalar que, a raíz de la crisis económica provocada por la anegación, en la demarcación ha aumentado el índice de marginación y pobreza.
Sin contar con una cifra específica, integrantes de colectivos surgidos tras la sumersión, además de asociaciones civiles y entes de apoyo a los mercantes como la Cámara Nacional de Comercio de Tula (Canaco), consideraron que la anegación del noveno mes del año pasado, sí provocó que decenas de personas se encuentren aún en la calle y enfrentando la miseria a medio año de la emergencia.
En este sentido, Estela Moreno Cornejo, presidenta del organismo, opinó que la inundación les pegó a todos, lo que propició que muchos en la ciudad todavía no se puedan levantar de lo sucedido y más aún no tengan medios para encontrar cómo recuperarse.
“A lo mejor sí hay quienes tenían asegurado su negocio, a lo mejor hay quienes tenían un dinero ahorrado o de plano se endeudaron para reaperturar sus establecimientos, pero da tristeza que los negocios apenas tengan cuatro o cinco productos, se generó un nuevo sector de personas humildes”.
La damnificada Angélica Marisol Salazar Huerta, integrante de la Gran Asamblea de Damnificados Tula 2021, señaló que, junto con la agrupación a la que pertenece ha recorrido las calles de Tula durante los seis meses posteriores a la inundación y que ha dado cuenta de cómo existen personas que se quedaron completamente en la miseria, que no tienen dónde ni siquiera un techo dónde vivir.
“Personalmente pienso que sí se generó un nuevo sector de personas en condición de pobreza en Tula tras la sumersión en las aguas negras del río”.
Por último, lamentó que, por esta circunstancia de no encontrar la manera de levantarse, muchas personas, principalmente adultos mayores, han pensado en el suicidio.
