Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. En conferencia de prensa, damnificados de la inundación del pasado septiembre, la agrupación Unidos por Tula (UxT) y la empresa Autotransportes Valle del Mezquital (AVM), exigieron investigar y llegar hasta las últimas consecuencias para que se sancione al responsable de la compra de 763 colchones reciclados que el municipio entregó como nuevos a los afectados de la anegación.
En su participación, Berenice Pecina Jiménez, presidenta electa de la Gran Asamblea de Damnificados Tula 2021, dijo que, como perjudicados directos tanto de la inundación, como del fraude de los camastros, demandan que se castigue a los implicados porque están hartos de la corrupción de los gobiernos y de que estos hagan lo que quieren con la ciudadanía.
Señaló que no lo van a permitir nuca más, y condenó la bajeza de los artículos corrompidos. Descartó que la inconformidad derive de un asunto político, pero reiteró que no dejarán que el municipio le siga viendo la cara a los necesitados y menos a la gente que perdió todo por la sumersión en aguas negras.
Denunció que hubo personas que, por la contaminación de los jergones contrajo enfermedades y otras molestias físicas, e incluso, reseñó que hay un caso en la localidad de Denguí, en que una mujer murió a causa de una bacteria desconocida después de que durmió en los enseres donados por el municipio.
Condenó que el gobierno de Manuel Hernández quiera dar carpetazo a este tema, mediante una falsa reposición, puesto que dijo que el pasado miércoles solamente se intercambiaron 75 de los 763 camastros en mal estado, pese a que la administración municipal sabe muy bien que todos los colchones fueron reciclados: “van error tras error, nos sentimos burlados por ellos”.
Román Romero Arteaga, director general de AVM, por su cuenta, dijo que ellos actuaron de buena fe en el tema de la mercancía donada para los damnificados, y que la compañía que representa hizo una transferencia directa a la mueblería que el ayuntamiento aprobó para la compra de los colchones, por lo que ellos se deslindan del mal manejo que se le pudo dar al asunto.
Sobre el motivo por el cual, la alcaldía facturó como gasto propio la cantidad de 133 mil 650 pesos y 28 centavos como gasto propio a cambio de 135 colchones que se adquirieron con Expomuebles San Lorenzo, dijo que ese es un tema que el gobierno local y las instancias fiscalizadoras superiores tendrán que aclarar, porque ellos no les corresponde: “nosotros solamente hicimos una donación de buena fe”
Por último, en su intervención, el representante del Valle del Mezquital dijo que exigirán que el municipio reintegre el monto donado por la empresa y mal utilizado por el ayuntamiento, a fin de poder reponer el beneficio de los colchones a los damnificados, pero de manera directa y sin intermediarios.
Finalmente, Noé Paredes Meza, presidente fundador de UxT, indicó que su participación en el movimiento se da porque le indigna que a los tulenses se les siga tratando como ciudadanos de quinta y que el gobierno de Manuel Hernández Badillo, haya sido capaz de semejante acto de corrupción en contra de su propio pueblo. Descartó que su intervención tenga un transfondo político como lo han asegurado miembros del ayuntamiento como el regidor Ricardo Baptista González.
Pidió investigar el tema y llegar hasta las últimas consecuencias para que se castigue al o los responsables del acto.
Indicó que personalmente ya le pidió al secretario de gobierno, Simón Vargas Aguilar, que se resuelva la situación, y que este le respondió que ya se atrajo el caso para iniciar las carpetas de investigación que tengan lugar.
Al término de la conferencia, los presentes efectuaron la quema simbólica de un par de colchones.
Durante la segunda y tercera semana de septiembre pasado, el centro de Tula y nueve localidades de la demarcación se vieron afectadas por una inundación sin precedentes, tras el desbordamiento del río Tula, emergencia que dejó un saldo de más de 35 mil afectados.
La semana pasada, damnificados de la inundación realizaron la quema de decenas de colchones reciclados que fueron entregados como nuevos frente a la presidencia municipal. Los camastros, que tenían marcas de orines, sangre, heces fecales y hasta chinches habían sido previamente donados por la administración de Manuel Hernández Badillo, como “ayuda” para que los afectados empezaran a reponer el patrimonio perdido en la anegación.
La noche de ayer, en el marco de la vigésima novena sesión de Cabildo se trató el tema de los colchones contaminados, en donde el pleno de la Asamblea municipal se deslindó del posible acto de corrupción y fraude cometido con los camastros. Y se unieron a la petición de que se investigue, esclarezca y sancione al o los responsables del reprobable acto.