Alberto Witvrun.-Continúa la cascada de encuestas sobre el proceso electoral mediante el cual en junio de 2022 se habrá de renovar constitucionalmente al titular del Poder Ejecutivo de Hidalgo, proceso que legalmente iniciará en diciembre, pero que se vive desde hace varios meses intensamente en los partidos políticos donde quienes aspiran a ser postulados realzan las llamadas campañas de posicionamiento que no es otra cosa que proselitismo adelantado.
En este juego en los últimos meses aparecen cada semana una nueva encuesta, que contradice a la anterior, realizada obviamente por una firma u organismo diferente, todas con el fin de ofrecer un panorama sobre las preferencias electorales, lo cierto es las estadísticas mostradas más allá del método utilizado, si es telefónico o cara a cara, pueden alterarse por diversos motivos.
Al interior de los equipos de los aspirantes, que promueven las encuestas donde aparecen con alguna ventaja, ordenan encuestas que no se conocen que no se difunden, porque esas realmente les permiten tomar decisiones, no las que se hacen o hacen públicas quienes la realizan por encargo, por tener presencia o con la finalidad de contribuir a que los votantes normen criterio.
En la entrega de ayer, mencione el caso de Pachuca hace cinco años donde una encuesta daba ventaja a la candidata priista y finalmente el triunfo por mucho fue para la postulada por el Partido Acción Nacional (PAN) y revisando archivos encontré una reciente para diputado federal por Tepeapulco donde se daba amplia ventaja al priista Héctor Meneses Arrieta y el triunfo fue el postulado por Juntos Haremos Historia Navor Rojas Mancera.
Sin duda las firmas u organismos que realizan las encuestas, defenderán su metodología y con ello la confiabilidad de sus sondeos, pero siempre habrá la duda sobre si son certeras, pero los electores deben confiar más en los proyectos y propuestas a la hora de emitir su voto.