Arturo G. Alanis. Ixmiquilpan.- Resultan más notables los recorridos de vigilancia nocturnos, por parte de las fuerzas de seguridad pública, de los tres niveles de gobierno, en diferentes puntos ixmiquilpenses, debido al supuesto y enésimo intento de inhibir los potenciales actos delictivos, esperando que no se repitan escenas violentas, como las ocurridas recientemente en la cabecera municipal.
El convoy de seguridad y vigilancia está conformado por personal de la Guardia Nacional, elementos de Seguridad Pública estatal y policías municipales; de manera coordinada se han dado a la tarea de recorrer aquellos barrios, comunidades y colonias ixmiquilpenses que registran mayores índices delictivos, en respuesta a las seguidas exigencias de habitantes.
La iniciativa y urgencia de reforzar la vigilancia, en este municipio, proviene de las autoridades federales y estatales, debido a que el ayuntamiento se ha visto rebasado en esos menesteres, prácticamente desde el comienzo del ejercicio de la alcaldesa, Araceli Beltrán Conteras, que hasta la fecha no ha presentado públicamente su plan de trabajo en la materia.
Los últimos recorridos de vigilancia han sido más recurrentes sobre la carretera federal México-Laredo, a lo largo del tramo que cruza por Ixmiquilpan; esto, desde la comunidad de Julián Villagrán, pasando por los poblados de Taxadhó, El Tephé y Dios Padre, luego por avenida Insurgentes, hasta los límites con el poblado de Portezuelo, municipio de Tasquillo.
Los rondines igual han incluido los alrededores de la Plaza Juárez y las calles de la zona centro de la ciudad, donde asombrados comerciantes y vecinos han dado cuenta sobre el seguido paso de las unidades de seguridad pública, de los tres niveles de gobierno, que tratan de evitar cualquier acto delictivo y con esto devolver la tranquilidad a los ixmiquilpenses.