Alberto Witvrun.-En redes sociales se desató una campaña para exaltar que el presidente Andrés Manuel López Obrador “controló” a un grupo de manifestantes en Huachinango durante la evaluación de daños por el huracán Grace en Puebla; comentarios y videos comparándolo con mandatarios anteriores para justificar la pésima seguridad, son irresponsables porque su integridad es un tema de seguridad nacional.
La irrupción que obligó a concluir el evento en principio fue violenta y se vio en el rostro y actitud del titular de Comunicación Social Jesús Ramírez Cuevas cuando trató de contener a una de las manifestantes; afortunadamente lo que perseguían los inconformes eran ser escuchados, pero nadie sabía si en medio de la muchedumbre alguien pretendía hacer daños al presidente.
Lo grave es que estaba reunido con el gabinete de seguridad y nadie hizo nada por proteger al mandatario y, exaltar que pudo “controlar” a los manifestantes no ayuda a darle la importancia a la seguridad del Presidente de la República, más allá de si se está o no de acuerdo en cómo conduce al país, porque es la segunda ocasión en que se evidencia que la integridad del mandatario está en manos de inútiles.
Recuerdo el comentario de un gobernador de Hidalgo a quien no le gustaba la seguridad, pero la aceptaba después del atentado que costó la vida al candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, “nunca falta un loco”, por ello hoy parece un error desaparecer al Estado Mayor Presidencial que era el cuerpo encargado de la seguridad de los presidentes, porque al país no le conviene una agresión a López Obrador.
Tras lo sucedido en Chiapas y ahora en Huachinango, Puebla, se deben establecer estrategias de seguridad y poner en manos de profesionales la seguridad del Presidente de la República, porque siempre existe la posibilidad de algún fanático radical que quiera dañarlo, lo que no es deseable para nadie, pero más cuando se pone en riesgo la seguridad nacional del país.
Por ello quienes tratan de exaltar la forma en que se resolvió esta protesta, actúan irresponsablemente, porque como simpatizantes del presidente, deben ser quienes le pidan que mejore equipo y estrategia de seguridad, porque diría Vicente Guerrero: La Patria es Primero y su integridad lo exije.