Alberto Witvrun.-En medio del estado de alerta por el arribo a Hidalgo del huracán Grace que ya había causado serios estragos en varios municipios veracruzanos, se mostró que la prevención ante la posibilidad de ser golpeados por un fenómeno natural, permite la reacción pronta de las autoridades para evitar o reducir los efectos negativos que se generan, lo que se evidenció claramente en Tulancingo de Bravo.
Si bien el Gobierno estatal convocó a todas las corporaciones de Protección Civil, auxilio y seguridad pública, son los ayuntamientos la autoridad primaria y un ejemplo en este nivel lo fue el presidente municipal tulancinguense Jorge Márquez Alvarado que mostró oficio político y responsabilidad con la estrategia montada para hacer frente al huracán que cruzó tierra de manera poco común.
No sólo, durante el paso de fenómeno meteorológico recorrió las riberas de los ríos y personalmente atendió los llamados de auxilio y apoyo de las zonas afectadas por los fuertes vientos y torrenciales lluvias, pero además pocos recuerdan que entre las primeras acciones de su gobierno, estuvo el dragar y desazolvar los cauces de los ríos, lo que evitó un mayor desbordamiento de sus cauces.
El oficio político mostrado por el gobierno municipal, generó en los días siguientes hasta fuego amigo, queriendo atribuir la estrategia a sus manifiestas aspiraciones de ser candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a gobernador del estado, tanto que ya aparece en las últimas encuestas, donde puntean Carolina Viggiano Austria y el presidente municipal de Mineral de la Reforma Israel Félix Soto.
Como sea el impacto de Grace en Tulancingo, no fue mayor por el actuar responsable y oportuno de su gobierno municipal, lo que no hicieron otros, que de última hora trataron de suplir con mensajes su irresponsabilidad.