Oliver García.- La Fundación para la Investigación y Estudios en Salud Pública, del Insabi, recomendó a las mujeres en estado de gestación aplicarse al vacuna contra covid-19 a partir de la semana 10 de embarazo, es decir después de que se han desarrollado los órganos del producto.
Si bien no hay una mayor predisposición a contagiarse, el riesgo para las mujeres embarazadas es igual que para la población general, la diferencia radica en que en este grupo de la población el riesgo de padecer la enfermedad de forma grave es mayor.
No existe alguna contraindicación para lactar luego de recibir la vacuna y sin importar la vacuna que se aplique, ya que todas las que se suministran cuentan con la autorización oficial.
Los efectos secundarios que trae consigo la vacuna para este sector son los mismos que para el resto de la población: dolor de cabeza, dolor en la zona donde se aplicó, cansancio y en algunos casos fiebre y dolor muscular.
La fundación recomendó a las mujeres embarazadas continuar con la vigilancia médica, informando si ya fueron inoculadas o no, así como mantener las medidas sanitarias establecidas, tales como el lavado constante y correcto de manos, la sana distancia, y el uso del cubre boca, aun y cuando se reciba la vacuna.
La colocación no es obligatoria, pero es una forma de protegerse contra la enfermedad que puede llegar a ser grave, causando secuelas físicas y mentales.