Por segunda ocasión Gerardo Sosa Castelán exrector y presidente del Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) fue notificado que no será trasladado al Hospital Médica Sur, en la Ciudad de México para atenderse la hipertensión arterial sistemática que padece, ya que en prisión puede recibir la atención que necesita.
A través de un recurso de queja presentado en un Tribunal Colegiado, la defensa de Gerardo S.C. reiteró que es necesario que a su cliente se le permita tener un mejor servicio de salud, ya que el lugar donde se cuenta recluido, no cuenta con los equipos ni el personal especializado que requiere.
En el documento se pidió proporcionar «los medicamentos y tratamientos necesarios, así como todos los demás trámites que ese padecimiento amerite, en particular con lo referente al otorgamiento de medidas que estime pertinentes y a través de hospitales y médicos especialistas”.
La defensa de Gerardo volvió a proponer que su cliente fuera trasladado al hospital Médica Sur, sucursal Tlalpan, en la Ciudad de México, donde se encuentra su médico de cabecera.
Los costos de la atención, argumentó el litigante, serían costeados por Gerardo S.C. Esta misma petición ya la había realizado ante el Juez Quinto de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México, quien la negó.
«Tendiendo a los efectos de la suspensión solicitada, se propone que Gerardo Sosa Castelán, sea trasladado a un nosocomio de carácter privado, considerando pertinente que sea el hospital Médica Sur, sucursal Tlalpan, en donde se encuentra el médico de cabecera de mi defendido y en donde se le pueden proporcionar los insumos médicos y personal médico especializado».
Según la defensa de Gerardo, durante las visitas que realiza a su cliente en prisión, este le comentó que se ha «desmayado» en los pasillos» del penal, que no ha recibido la atención médica adecuada o que ha perdido nueve kilos de peso desde que ingresó a prisión.
Por Juan Manuel Pérez