Miguel Á. Martínez. Tula de Allende. En demanda de que el Concejo municipal interino les aclare si los productores de flor de cempasúchil del norte del municipio podrán vender sus productos en los 31 cementerios existentes en la demarcación, este lunes, floricultores de San Francisco Bojay, Julián Villagrán, Benito Juárez y Santa Ana Ahuehuepan se manifestaron en la alcaldía.
Indicaron que, hasta ahora, ante la pandemia de SARS – CoV – 2, la autoridad local no ha resuelto si los panteones estarán o no abiertos, lo que los tiene en incertidumbre, ya que, si el acceso está restringido, podrían sufrir grandes afectaciones a la economía familiar de al menos 150 personas que dependen de esta venta de temporada.
Los inconformes fueron atendidos por el secretario municipal, Miguel Ángel Saviñón Antuñano, quien les comentó que lo único que es seguro, es que la venta de alimentos en los puestos que se colocan tradicionalmente sobre la carretera Tula – Tepetitlán, estará estrictamente prohibida.
Sostuvieron que el segundo al mando del municipio, justificó que no autorizar la venta de comestibles a pie de carretera busca no generar aglomeración de personas que pudieran implicar un riesgo alto de contagios de la Covid 19.
Por otro lado, para amortiguar las pérdidas que seguramente se tendrán por todo este tema de incertidumbre y ante la posible restricción de la entrada a los cementerios, pidieron que los habitantes de la región, que año con año compran su flor, puedan ir a adquirirla para colocar las tradicionales ofrendas en sus domicilios, como se hacía mayoritariamente hace varias décadas.
Aseguraron que este martes sostendrán una nueva mesa de trabajo donde el Concejo les resolverá de manera oficial cómo será la dinámica a seguir.
