Por Rogelio Hernández López
Colegas de las fuentes políticas pongamos mucha atención este martes 16 de octubre a la presentación pública del movimiento amplio autodenominado Sí por México opositor al movimiento-partido Morena.
Veremos juntos a cuadros políticos experimentados en distintos partidos como Miguel Ángel Mancera; Gabriel Quadri, Jesús Zambrano. Purificación Carpinteyro; Cecilia Soto, Ricardo Pascoe, Rubén Aguilar Beatriz Pagés, José Narro Robles.
Igual estarán, no sólo los dirigentes empresariales Gustavo de Hoyos y Claudio X. González, sino también los que algunas empresas han comisionado para actuar de tiempo completo en este frente como Graciela Mota, Gonzalo Arrangoiz y Gabriela Sterling.
Para quienes ocupan puestos estratégicos en el gobierno federal y entiendan –aunque sea un poco– las ciencias políticas comprenderán que sería un error menospreciar a este nuevo frente político amplio que pretende realizar en noviembre próximo una convención nacional con representantes de al menos 198 organizaciones civiles, sociales y políticas, con un cambio del enfoque principal: ya no pedir que renuncie el Presidente López Obrador sino el de hacer contrapeso a Morena en las elecciones de 2021 con candidatos a todos los puestos.
Un movimiento para otro
Algunos políticos con formación y experiencia, que veremos en Sí por México, si entendieron el fenómeno de los movimientos muy amplios, en varias partes del mundo, que atraen a sectores diversos con propuestas sencillas –como abatir la corrupción– y con líderes carismáticos que hacen languidecer a los partidos tradicionales.
“El movimiento político se diferencia del partido en la no institucionalización de una idea o de una actividad. Su actuar es en la arena de las decisiones colectivas, en su intento de poner en el banquillo a los detentadores del poder de gobierno y de influir en los procesos de decisión”, anotan los politólogos Norberto Bobbio, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino y refieren como ejemplos al Movimiento Sociale Italiano, al Mouvement Republicain Populaire de Francia, al Movimiento Peronista y otros.
Este reportero ha sido testigo, desde 1968 de los hitos en la política mexicana que acabaron con el modelo de partido hegemónico y dieron paso a la dominación de varios partidos, de la decadencia de esa partidocracia por desconfianza ciudadana, del ingreso arrollador de otra forma de organización política como el movimiento amplio contra la corrupción llamado Morena bajo el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.
Futuro 21, el fraguador
Por eso y más, desde julio de 2018, algunos que conocían de cerca a López Obrador comenzaron a fraguar un movimiento amplio para oponerlo al movimiento ganador de Morena. Visualizaron un movimiento que sumara a dirigentes de los partidos derrotados, a intelectuales y a líderes sociales desplazados. Así se armó Futuro 21.
Y en dos años del actual gobierno federal ese embrión de movimiento encontró condiciones objetivas para atraer a otros segmentos sociales afectados por las decisiones presidenciales, que con apoyo de intelectuales y opinadores en medios de comunicación privados han podido crear una masa crítica de opinión, capaz de unir, pero con propuestas verosímiles y pertinentes, no como los de Frenaa que hace campamentos con casas vacías y con rezos pide a Dios que renuncie el Presidente.
Véase el inicio. El 24 de agosto de 2019 en conferencia de prensa se presentó a Futuro 21 como una plataforma política con base en el languideciente Partido de la Revolución Democrática (PRD), con políticos del PAN, PRI y Panal, líderes de organismos civiles académicos, periodistas y científicos (Nota de Milenio).
“Entre los rostros con más eco político que forman parte de Futuro 21 está el ex jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera; el ex candidato a la presidencia por el Panal, Gabriel Quadri; el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles; el ex rector de la UNAM, José Narro Robles; los perredistas Jesús Ortega, Jesús Zambrano y Karen Quiroga.
También forman parte de esta nueva corriente la senadora y diputada Angélica de la Peña; el ex jefe delegacional Demetrio Sodi; la ex candidata a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Purificación Carpinteyro; la perredista Ruth Zavaleta y el político Fernando Belauzarán.
Entre los provenientes de otros partidos políticos diferentes al PRD se encuentra Cecilia Soto, del Partido del Trabajo, Rubén Aguilar del PAN y Beatriz Pagés del PRI, luego se sumó José Narro Robles.
Futuro 21 tiene como aliados a miembros de la comunidad científica, académica y periodística como el escritor Bernardo Barranco, la periodista Tere Vale, además de Fluvio Ruiz, Julieta Fierro, Alma Maldonado, Luis Miguel Labardini y Miriam Grunstein.” Termina la nota del diario Milenio
Aumentan los pactos
El 8 de octubre del 2020 durante su Conferencia mañanera el Presidente anunció la creación de otro grupo de oposición al que calificó como “FRENA 2”. Dijo que ese movimiento estaría encabezado por los empresarios Claudio X. González y Gustavo de Hoyos.
Al día siguiente los empresarios Claudio X. González, presidente de Mexicanos contra la corrupción y Gustavo de Hoyos, líder de Coparmex, confirmaron que estarían en “Sí por México” y difundieron un documento firmado por 86 organizaciones, aunque aseguraban eran 198
Y para quienes siguen con detenimiento la política fue igual de sorprendente que el 14 de octubre representantes del Futuro 21 y los de una nueva organización con respaldo de los empresarios. Fuerza México MX x MX, presentarán una alianza para construir una agenda ciudadana y con el compromiso de “Apoyar la consolidación de la organización Sí Por México, como paraguas de coordinación de esfuerzos entre todas las organizaciones e individuos comprometidos con México, la libertad y la democracia.”
Este anuncio también reveló a los organismos que serán la bujía del nuevo movimiento Sí por México. En la conferencia de prensa estuvieron por parte de Fuerza México MX x MX, Graciela Mota, Gonzalo Arrangoiz y Gabriela Sterling y por Futuro 21 Ricardo Pascoe, Ciro Mayen, Isidro H. Cisneros, Gabriel Quadri y Paola Migoya.
Para quien ha podido reportear a la izquierda mexicana y a los partidos políticos durante cuatro décadas los hechos relatados indican que si el nuevo movimiento opositor se ciñe al ámbito electoral con candidatos comunes de los partidos opositores ayudará a disminuir la polarización política actual y alejar los barruntos de violencia.
Hay que insistir que quienes ocupan puestos estratégicos en el gobierno federal y en su partido no deberían menospreciar a este frente porque, entre otras condiciones tiene a su favor una masa critica de opinión que le facilita cooptar a decepcionados de la 4T y a otros nuevos inconformes y además está aprovechando las dos crisis en Morena (de dirección y sostenimiento de las simpatías sociales) mientras avanza el proceso electoral de 2021.
“El éxito de los movimientos políticos en la transformación y otros cambios en la política organizada –sostienen Bobbio y otro politólogos—depende de su capacidad para mantener el equilibrio correcto entre la presencia en los sectores sociales que los han expresado y en la representación de aquellos intereses…sin volverse prisioneros de las normas de la propia esfera política”. Hoy Morena tiene mayorías en la representación, pero otro movimiento podría atajar su fuerza si no puede diluir sus crisis. Es una mirada de reportero