Alberto Witvrun.-La máxima aspiración de José Francisco Olvera Ruiz era ser presidente municipal de Pachuca, lo que parecía inalcanzable sobre todo cuando como presidente del Comité Municipal de Pachuca del Partido Revolucionario Institucional (PRI) jugó para la candidatura de Julieta Guevara Bautista que por su cercanía con el presidente Carlos Salinas de Gortari parecía aventajar en la sucesión de Adolfo Lugo Verduzco a Jesús Murillo Karam.
Estigmatizado por eso, su carrera parecía finalizada, hasta que en 1994 Miguel Ángel Osorio Chong al ser ubicado como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI por Murillo Karam, tras el accidente carretero de Mario Viornery Mendoza, lo pidió como secretario general; así retribuía el que Olvera Ruiz, lo incorporara a la política en la campaña para presidente municipal de Pachuca de 1990 precisamente de Viornery Mendoza.
Esta alianza se fortaleció, Miguel Osorio, como secretario de Gobierno con Manuel Ángel Núñez Soto, lo hizo coordinador jurídico y lo impulsó para ser diputado local, pero no pudo convertirlo en coordinador cameral, por la disputa con Daniel Ludlow Kuri, pero de facto era el vice coordinador con Fernando Moctezuma Pereda, deshaciéndose de Daniel Ludlow a quien enviaron como secretario privado del gobernador, donde estuvo privado de todo.
En el gobierno de Osorio Chong, lo convirtió en secretario de Gobierno y luego en presidente municipal de Pachuca, para de ahí pese a las resistencias y a no ser el mejor posicionado, estaban mejor calificados por las encuestas Omar Fayad Meneses y Jorge Rojo García de Alba, el gobernador Miguel Ángel Osorio, se inclinó por él, por sus afinidades, pero apenas Osorio Chong, llegó a la Secretaría de Gobernación, los equipos de ambos en Hidalgo iniciaron una permanente pugna.
Debilitado porque ganó con una pequeña ventaja a la candidata opositora Xochitl Gálvez Ruiz a quien inicialmente le llevaba una ventaja de casi 20 puntos, inició el control financiero de las secretarías estratégicas: Salud, Educación y Obras Públicas, sin embargo pronto su círculo de confianza lo cercó, así Miguel Ángel Cuatepotzo en el cuarto piso filtraba todo, en la Secretaría de Educación, colocó a Pablo Pérez Martínez, para evitar que el secretario Joel Guerrero Juárez, adquiriera el control del sector.
Este a su vez, coló a Salud a su hijo Pablo Pérez Velazco, quien desde su llegada forcejeó con el subsecretario de administración Carlos García Sánchez, hermano del presidente municipal Eleazar García Sánchez; los pablos, padre e hijo enfrentan procesos penales por desvío de recursos y enriquecimiento ilícito, mientras que el ex alcalde a 4 años de terminar su gobierno se le sigue considerando el gobernante más corrupto de Pachuca, por contratos den recolección de basura y el de parquímetros.
Y el turno es para su hermano Carlos García Sánchez, porque la Auditoria Superior de la Federación (ASF) investiga un millonario desvío superior a los 335 millones de pesos del Seguro Popular, durante las gestiones de Pedro Luis Noble Monterrubio y Geraldina García Gordillo; que como sucedió en Educación como secretarios no tenían el control financiero por órdenes del gobernador Olvera Ruiz, lo que se consideran sus pecados porque les dio un poder sin límites a sus operadores financieros, para que los secretarios no crecieran políticamente.
Quienes crecieron, pero económicamente fueron los hermanos García Sánchez, que hoy tienen plazas comerciales y el negocio familiar de laboratorios, creció de uno a diez sucursales; para el gobierno de Olvera Ruiz, la cereza en el pastel de la corrupción fueron las 933 concesiones de taxis, que “otorgó” en las últimas semanas, hoy paga el costo político y otros enfrentan el costo legal.