Close Menu
Diario Vía Libre
    Facebook X (Twitter) Instagram
    Últimas NoticiaS
    • Denuncian malos manejos en escuela
    • Exigen tianguistas trato igualitario en Alfajayucan
    • Contraloría investiga a 700 por doble plaza
    • Caasim espera propuesta formal de la UAEH para cubrir adeudo
    • Exigen en Cruztitla a CFE restablecer el servicio 
    • Salud y UAEH en ruta itinerante de atención
    • Presentan Ley de Ingresos en MR
    • Pachuca: nuevo puente vehicular
    Diario Vía Libre
    Suscribete
    sábado, septiembre 6
    • Inicio
    • Estatal
    • Política
    • Sociedad
    • Deportes
    • Seguridad
    • Columnistas
      • Deslinde
      • El rincón del chaman
      • Miradas de Reportero
      • Escribiendo derecho
      • Entre Periodistas
    Diario Vía Libre
    Estás leyendo:Home»Sociedad»   “Ofelia; una lágrima por su Refugio”.

       “Ofelia; una lágrima por su Refugio”.

    21 marzo, 2019 Sociedad
    Facebook Twitter LinkedIn Email WhatsApp Copy Link Telegram
    Facebook Twitter LinkedIn WhatsApp Email Telegram Copy Link

    José L. López V.

    Victorio fue a Mérida y como “no tenía oficio ni beneficio”-así decían las abuelas-, se quedó. Ofelia atendía la Panadería “La Boxita”, un día cuando el hambre arreciaba entro Victorio a comprar unos franceses (bolillos) y a partir de ese momento las visitas fueron frecuentes, pedía “un beso”, y la Ofelia le regalaba un “suspiro”, hasta llegar a las “revolcadas” y consecuentemente el “niño envuelto”. Finalmente se fueron a vivir juntos y empezaron las desavenencias y entre “cuernos”, “enredos”, golpes y maltratos pasaron cinco años y el hijo de ambos cumplió cuatro.

    Victorio decidió regresar a la Ciudad de México para acompañar a su madre, los maltratos por parte de la madre y golpes de Victorio, arreciaron hasta que finalmente la lanzaron a la calle con todo y chamaco.

    Sin conocer la ciudad y con escazas monedas, Ofelia abordó un micro entre lágrimas y lamentaciones. Una señora, además de consolarla la acompañó al refugio para mujeres violentadas, esa noche recibieron comida y ropa caliente, no pudo dormir, pero respiró paz y libertad, al despertar, le asignaron preparar el desayuno para once mujeres y treinta niños. A ella la atendió una trabajadora social y al niño una psicóloga,  a partir del primer día asistió a clases diariamente. Un mes después en la Blanca Mérida, Ofelia escuchó en el noticiero que se habían terminado los apoyos para los refugios de mujeres violentadas; respiro triste y soltó una lágrima.

    Share. Facebook Twitter LinkedIn Email WhatsApp Telegram Copy Link

    Te puede Interesar

    Contraloría investiga a 700 por doble plaza

    5 septiembre, 2025

    Caasim espera propuesta formal de la UAEH para cubrir adeudo

    5 septiembre, 2025

    Salud y UAEH en ruta itinerante de atención

    5 septiembre, 2025
    Facebook X (Twitter) Instagram
    © 2025 Diario Vía Libre. - Contacto. - Aviso de Privacidad.- Desarrollado por Innovatice Web Solutions.

    Type above and press Enter to search. Press Esc to cancel.

    190681