Alberto Witvrun.-Nadie en el gobierno federal parece o quiere acordarse de la tragedia que hace tres años enluto a 137 familias de San Primitivo, Tlahuelilpan porque es el símbolo de una de los grandes fracasos del presidente Andrés Manuel López Obrador que utilizó la extracción y comercio ilegal de hidrocarburos como frente principal del inicio de su lucha contra la corrupción.
Al cumplirse tres años del Viernes Negro está consolidado el triunfo del Huachicol sobre el Gobierno de la República, porque el mandatario ha dejado de decir que está erradicado y ya no es tema recurrente en sus conferencias mañaneras, pero la realidad Hidalgo es muestra de que esta ilícita actividad no disminuyó por el contrario se incrementó porque su combate carece de estrategias reales y cada vez es más redituable por el incremento en el precio de las gasolinas.
La actividad ilícita no solo en esa zona también en otras de Hidalgo se intensificó, solo en el último año se detectaron mil 100 tomas clandestinas, lo mismo que la violencia asociada a ella por su control al grado de registrarse ejecuciones a plena luz del día y una creciente red de distribución de combustible robado que se extiende a más del 50 por ciento del territorio hidalguense, fenómeno con mayor intensidad en otros estados del país como Guanajuato, en suma, el Huachicol se impuso al Gobierno de la República.
Su estrategia de cierre de ductos que provocó desabasto, la oscura compra de pipas y la vigilancia de ductos por el Ejército Mexicano y a la Guardia Nacional, falló porque en Hidalgo en zonas urbana, el combustible se vende entre 10 y 13 pesos litro, porque en los expendios formales se cotiza arriba de los 20 pesos el litro; pero el mercado importante para el Huachicol son las zonas interestatales de San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz y Tamaulipas,
Por este fracaso el Gobierno de la República, no quiere recordar el Viernes Negro del 18 de enero de 2019 ni a las 137 personas que fallecieron, ciertamente cometiendo un ilícito en aras de ganarse unos pesos; pero también las investigaciones nunca avanzaron para dar con los responsables de esa toma clandestina, menos de quienes se dijo auspiciaban el Huachicol desde Petróleos Mexicanos (Pemex).