Andrés A. Solis*
Hace un par de semana platicaba sobre la iniciativa presidencial de reformar
varios artículos del Código Penal Federal, para sancionar el uso de drones como
armas o como vehículos para transportar productos ilegales.
Apenas hace dos semanas hablaba de la importancia cuidar esas regulaciones
para no violentar y menos criminalizar el trabajo periodístico que utiliza drones
para documentar hechos noticiosos.
Pues apenas el domingo pasado un elemento de la Guardia Nacional tuvo la
ocurrencia de derribar a balazos un dron de un colega periodista que
documentaba un accidente de tránsito en el municipio de Tecamachalco, Puebla y
encima tuvo la ocurrencia de amenazar al colega con denunciarlo ante el
Ministerio Público.
Este suceso muestra la urgencia de proteger el derecho de informar de las y los
periodistas que usamos aeronaves no tripuladas.
Volar drones ya está regulado conforme a las leyes de aeronáutica civil, pero
recordemos que el gobierno quiere endurecer la normatividad para evitar ataques
del crimen organizado contra fuerzas de seguridad, como hemos visto en
Guanajuato y Chihuahua.
Está bien la regulación y es claro que como periodistas debemos respetar las
leyes al momento de usar estos dispositivos.
Sin embargo lo sucedido en Puebla muestra también la urgencia de fortalecer la
capacitación en materia de derecho a la libertad de expresión, porque las policías,
las fuerzas federales, soldados y marinos, siguen sin entender que no pueden
obstruir la labor informativa de periodistas.
En febrero pasado presumía yo dos actividades relevantes de formación
profesional para policías y periodistas. La primera en Tlaxcala, con elementos de
la Policía Estatal; la segunda en Ciudad de México, donde participaron elementos
de 16 corporaciones policiacas estatales.
En ambos casos compartimos con periodistas el Protocolo de Primer
Respondiente, para que entiendan cómo las policías y fuerzas de seguridad
acordonan un lugar donde sucedió un hecho relevante.
Y también explicamos a los policías qué es lo que como periodistas hacemos
cuando acudimos a estos escenarios, qué información buscamos y qué es lo que
necesitamos que nos compartan las autoridades.
Esta ocurrencia de un guardia nacional de derribar a balazos el dron de un
periodista es el claro ejemplo de que la capacitación es urgente, porque estorbar
la labor profesional de periodistas, significa un atentado al derecho de la sociedad
a ser informada.
*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de
buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el
programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:00 hrs., por
Radio Educación.