Alberto Witvrun.-El Clan Universitario estrena nueva estructura ordenada por Gerardo S. C., para evitar disputas por el control de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) que empezaban a observarse ante su forzada ausencia, para conservar la jefatura en tanto llega el desenlace del juicio que enfrenta por peculado, defraudación fiscal y delincuencia organizada.
Ante el forcejo entre sus hermanos, la instrucción es que lo académico y financiero incluyendo el Patronato Universitario lo lleven el rector Adolfo Pontigo Loyola y el coordinador académico Gonzalo Villegas de la Concha, lo que convierte a la diputada federal Lidia García Anaya, en figura decorativa.
Lo político el diputado Rafael Garnica Alonso y Damián Sosa es la línea directa, dejando en segundo plano al secretario general Agustín Sosa; la orden es una relación cordial con el gobernador y, permanente contacto con su aliado en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Mario Delgado.
Así luego de 38 años se altera la línea de mando del clan, creado cuando Jorge Rojo Lugo impuso a Gerardo S. como dirigente del sindicato burócrata como cuña a su sucesor Guillermo Rossell, reconociendo los fundadores, la jefatura. pero con dirigencia horizontal desde la Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH).
Cuyo presidente al igual que al rector lo nombraba el gobernador en turno, pero su fuerza eran los dirigentes estudiantiles hábiles para los golpes con sus excepciones; así caminaron guiados por el rector Carlos Herrera y protegidos por Rojo Lugo, que dejó la gubernatura en 1981, no el poder.
Al apropiarse de la UAEH en 1982 con Juan Alberto Flores como rector, Gerardo S. organizó reuniones donde hablaban del futuro y de lo bien que les iría a todos; no fue así, con el tiempo se sacudió a quienes podían retar su liderazgo a pesar de la lealtad mostrada como ejemplo Zenaido Meneses Pérez.
Prefirió convertir en rectores a sus adversarios como Juan Manuel Camacho e impidió el ascenso a leales como Jorge Márquez, Jaime Rivas, Raúl Arroyo y dejó a su suerte a muchos porros que le permitieron generar poder imponiendo su control unipersonal, modelo que se modifica por las circunstancias que puede ser el inicio de cambios a mediano plazo.
Ahora la UAEH queda en manos de Adolfo Pontigo, El último de los Mohicanos, por ser sobreviviente del grupo original, que a pesar de diferencias con Gerardo S., soportó todo hasta alcanzar la rectoría; Rafael Garnica, a quien conoció como estudiante, lo hizo alcalde de Apan, presidente de la Fundación Hidalguense y diputado local y Gonzalo Villegas con quien forjó amistad como estudiantes tras dirimir diferencias a golpes frente a Jorge Rojo en el restaurante Pachuca 1900, quien encabezó el grupo que buscó la franquicia del periódico La Jornada y cuyo hijo preside la “empresa propietaria” de El Independiente.