Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- Pese a los altos índices de inseguridad y a que recientemente se tuvo una ola de asesinatos en la ciudad vinculados a la delincuencia organizada, este martes, Tula cumple once días sin titular de la Secretaría de Seguridad Pública local (SSP).
Cabe recordar que la mañana del viernes 3 de marzo se produjo la abdicación al puesto de Mario Vargas Soto, ahora excomisario de la corporación, quien se vio envuelto en señalamientos de corrupción y vínculos con el crimen organizado.
La salida del mando policíaco se dio unas horas después de que, a través de redes sociales, presuntos integrantes de una organización delincuencial con presencia a nivel nacional difundieran un listado con los nombres de sus próximos objetivos, dentro del cual estaba Vargas Soto.
Además, el excomisario de seguridad ya enfrentaba duras críticas de la ciudadanía, quienes consideraban que a la SSP le hacía falta un mando que diera mayores resultados, con eficacia con la delincuencia y capaz de eficientar los limitados recursos materiales y humanos de la Secretaría.
Días antes de que Mario Vargas saliera de la unidad policíaca, se publicó que residentes de Tula pedían el cambio urgente en el mando de la SSP.
En el momento del abandono del cargo del exsecretario de Seguridad, quedó como encargado provisional de la corporación el coordinador operativo de la misma, Víctor Herrera Barrera, quien se mantiene en el lugar desde hace diez días.
Hasta ahora, el municipio no ha emitido pronunciamiento alguno sobre el tema, y como única información oficial se mantiene lo dicho por el presidente de la comisión de Seguridad del ayuntamiento, Ángel Lugo Jiménez, quien señaló que todo se está llevando desde el Mando Coordinado y que la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSPH) no ha designado al nuevo comisario de la SSP local.