Miguel Á. Martínez. Tula de Allende.- La violencia se ha convertido en una constante en Tula de Allende, en lo que va de la administración del morenista Cristhian Evanivaldo Martínez Reséndiz.
Con el homicidio registrado este domingo en la comunidad de Xijay de Cuauhtémoc, el municipio suma 64 muertes violentas o ejecuciones (documentadas) desde el inicio de la actual gestión, asumida el 5 de septiembre de 2024, aunque en el imaginario colectivo rebasan más de 100.
A menos de la mitad del periodo de gobierno del edil, las cifras reflejan una escalada sostenida de homicidios dolosos, sin que hasta ahora se observen resultados claros en materia de prevención, contención o reducción de la violencia.
El caso más reciente se registró la mañana de este domingo, cuando habitantes de Xijay de Cuauhtémoc localizaron una camioneta pick up Nissan color blanca, abandonada a la altura del puente de acceso a la comunidad. La unidad presentaba múltiples impactos de arma de fuego y en su interior se encontraba el cuerpo sin vida de un hombre.
Vecinos relataron que alrededor de las 2:30 de la madrugada se escucharon ráfagas de armas de alto calibre, sin que se registrara presencia policial inmediata. Fue hasta cerca de las 7:00 horas cuando se dio aviso a las autoridades, tras confirmarse el hallazgo.
Elementos de seguridad acordonaron la zona y notificaron a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) para el inicio de las diligencias correspondientes. Hasta el momento, la víctima permanece en calidad de desconocida.
Más allá de este hecho, el dato que alarma a la ciudadanía es la normalización de la violencia extrema en el municipio.
Las 64 ejecuciones registradas en lo que va del gobierno actual colocan a Tula como el municipio más violento de Hidalgo. Mientras las cifras siguen en aumento, la población enfrenta una inseguridad persistente y una percepción de ausencia de estrategia efectiva por parte de los gobiernos municipal y estatal para frenar la ola de violencia que azota a la región.
