Tlahuelilpan.- A un año de la explosión «de Tlahuelilpan», en la que murieron 137 personas, el dolor sigue presente en la demarcación así como en algunos pobladores de nueve distintos municipios que fueron alcanzados por «la tragedia».
Vía Libre platicó con deudos de diversos fallecidos quieres narraron su sufrimiento y negación después de los primeros 365 días del estallido.
Algunos, como la señora Martha de la comunidad de Teltipán, en Toaxcoapan lamentaron que el gobierno federal se haya desentendido de los presuntos apoyos para los afectados de la deflagración.
La mujer, de 60 años refiere que personalmente la emergencia le arrebató a dos hijos y a su nuera Saraí, pareja de un tercero de sus vástagos, quién trabaja todo el día para mantener a sus dos nietos, de 6 y un año de edad.
Martha dice que el gobierno federal no la apoya ni con una beca para su nieta en edad escolar y refiere que lo único que recibe mensualmente son 300 pesos de un estímulo educativo que le da el gobierno estatal, lo cual también resulta insuficiente para cubrir todas las necesidades que le generan sus nietos, de quienes está a cargo desde aquel 18 de enero del año anterior.
Lamenta que apoyos de los 3 órdenes de gobierno no hay nada pese a las condiciones en que viven y por ello denuncia abandono de las autoridades.
Otros afectados como María Guadalupe Reyes Cornejo de Tezontepec de Aldama, quien perdió a su hijo Emmanuel Cruz de 27 años en el justo momento de la explosión, murió calcinado en la zona cero, aseguró que tanto el gobierno estatal como el federal nunca los han abandonado, incluso comentó que ya les han cumplido todo lo que les prometieron, a excepción del memorial, “que ya está autorizado”.
Este viernes en punto de las 19 horas, el obispo de la Diócesis de Tula, Juan Pedro Juárez Meléndez oficiará una misa para conmemorar el primer aniversario del estallido, en tanto que este 18 de enero, los tres órdenes de gobierno tienen programado llevar a cabo un protocolo en la zona cero, donde se prevé se anuncie el inicio de la edificación del mausoleo para las víctimas “de Tlahuelilpan”.
Por Miguel Á. Martínez