Un grupo de pobladores encabezado por Marco Antonio Olvera, exaspirante a la alcaldía de San Agustín Tlaxiaca, se manifestó frente al edificio de Gobierno del estado con la intención de persuadir al gobernador Omar Fayad Meneses, la alcaldesa Alma Dalila López Santiago y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a frenar el proyecto que pretende trasladar líquido vital desde los pozos tlaxiaquenses hasta la ciudad de Pachuca, situación que agudizaría el desabasto que sufren actualmente.
Al excandidato lo acompañaron Edgar Ponce, Jessica Osorio y Polo Cruz, vecinos afectados, además, por la contaminación del agua en pugna. De acuerdo a sus testimonios desde 1968 cuando se instalaron las primeras líneas de abasto potable y hasta la fecha, el municipio acumuló cientos de muertos por males renales.
La causa de los decesos se los adjudica a materiales pesados como Plomo y Zinc presentes en el agua. Aunque afirmaron contar con un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el cual se identificaron las sustancias que les han intoxicado, no mostraron dicho documento.
La licitación para construir el sistema de agua potable en San Agustín Tlaxiaca, que servirá para abastecer a la zona metropolitana de Pachuca fue ganada por las empresas Curosa S.A. de C.V. y Redicma de Puebla S.A. de C.V., detallaron los manifestantes; sin embargo, con apoyo de las comunidades, amagaron con no permitir que se lleve a cabo.
De consumarse la obra, los pobladores auguraron graves afectaciones a la salud de los habitantes, más aún si las condiciones por la pandemia de Covid-19 no mejoran, toda vez que la recomendación primordial para evitar contagios es lavarse las manos.
Por Eunice L. Rodríguez