Alberto Witvrun.- Con 97 mil 500 habitantes Tizayuca dejó de ser un foco rojo en las últimas semanas al
pasar en solo un año de tener como principales delitos la violencia familiar, el robo de
vehículos y las riñas de acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad (SNS) a las ejecuciones
sicarias y la presencia de importante grupo de la delincuencia organizada anunciada en
redes sociales a un punto álgido para la seguridad de Hidalgo.
Mientras su presidenta municipal Susana Araceli Ángeles Quezada justifica, niega y acusa
al grupo priista García Rojas dominante en los últimos años de los males que aquejan al
municipio llamado puerta de entrada a Hidalgo aun cuando lleva dos años en el gobierno,
donde su preocupación central es impulsar su carrera política a una diputación federal, lo
que no es especulación su círculo así lo afirma.
Así las dos fallas en los juegos mecánicos de su Feria Regional, aunque pudo costar vidas,
es el menor de los problemas de Tizayuca, si el grupo delincuencial que anunció su llegada
a la frontera de Hidalgo y Estado de México, cumple su amenaza de ir por sus enemigos,
porque la inseguridad crecerá exponencialmente lo que requiere urgentemente de la
estrategia interestatal para la Paz y la Seguridad que incluye a Puebla y Tlaxcala.
La mezcla de desatención a la ciudadanía e inseguridad, crean inestabilidad social e
ingobernabilidad, que van en contra de los esfuerzos del gobierno estatal por garantizar la
seguridad, así que el responsable de la política interior principal promotor de la estrategia
para garantizar la tranquilidad ciudadana, algo tiene que hacer para convencer a Ángeles
Quezada que la fórmula para alcanzar otras posiciones es trabajar y cumplirle a la
población.
