Alberto Witvrun.- Los altos índices delictivos en Tizayuca no son recientes en la última década aumentaron
los del fueron común que fueron medianamente controlados por los gobiernos priistas,
pero en los últimos tres años estos no solo se elevaron paralelamente registran un
alarmante aumento los homicidios dolosos asociados a la delincuencia organizada, ante la
negligencia del gobierno municipal de Susana Araceli Ángeles Quezada.
La principal puerta de entrada a Hidalgo, simplemente carece de una estrategia de
seguridad que inhiba a la delincuencia, mientras su alcaldesa está ocupada en promover
su imagen, para disputar una candidatura a diputada federal por Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena), lo que acusa el creciente malestar de la población que
creyó que la desatención de pasadas administraciones terminarían.
Pero no, si bien la inseguridad ahora por la combinación de las delincuencias común y
organizada es el Talón de Aquiles del gobierno de Ángeles Quezada, el mal gobierno es
generalizado y hay sectores de la población que lo acusan de tener mayor corrupción que
los últimos dos que le antecedieron encabezados por el Clan García Rojas, contra quienes
tampoco ha podido actuar.
En sus afanes de promoverse a costa de lo que sea, el ayuntamiento trató de minimizar el
incidente en la Feria Regional, presentada por Susana Ángeles como la panacea para
atraer turismo e incluso nuevas inversiones; cuando un juego mecánico se quedó atorado
y dejo atrapadas a 40 metros a once personas que tuvieron que recibir atención médica
por crisis nerviosa e hipotermia, al no cumplirse con los protocolos de protección civil.
Así en la última ejecución subió el tono rojo de los focos de la inseguridad, sobre todo
ahora que la región vuelve a ser mencionada al revivirse la posibilidad de que llegue la
inversión para la gigafactory de Tesla y la crisis de gobernabilidad que vive Tizayuca,
requiere de la atención directa de las áreas de seguridad del gobierno estatal ante la
negligencia o incapacidad de la autoridad municipal.
